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La USGA y el Royal & Ancient presentan una Regla Local para reducir el vuelo de la pelota

Propuesta oficial para ‘cortarle las alas’ a las bolas y reducir la distancia

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Cubo de bolas en un campo de prácticas © Golffile | Scott Halleran
Cubo de bolas en un campo de prácticas © Golffile | Scott Halleran

Más madera para el debate y la polémica en el golf mundial. La USGA y el Royal and Ancient presentan este martes una propuesta directa y concreta para atajar el problema que, a su juicio, existe con la distancia. Concretamente, la idea que ponen sobre la mesa es modificar la bola de golf para que vuele menos. Ni más, ni menos. ¿Y cómo lo harían? Pues a través de una Regla Local de aplicación únicamente en los torneos profesionales y en las grandes citas del golf amateur. Esta Regla Local entraría en vigor en 2026.

La propuesta está sobre la mesa y ya se ha informado a los diferentes circuitos profesionales y a los fabricantes de material. Ahora se abrirá un proceso de consultas hasta el 14 de agosto de 2023 para recabar la opinión de todos los afectados y finalmente se establecerá la Regla Local definitiva que, insistimos, no entraría en vigor hasta enero de 2026. Conviene en recalcar que esta nueva normativa no afectaría en nada al amateur medio, de manera que se crearían dos tipos de bolas diferentes, las que usarán los profesionales y amateurs de máxima élite y las de los golfistas de a pie.

¿Cómo se puede reducir el vuelo de una bola de golf? Aquí nos metemos en aguas más procelosas y complicadas, pero intentaremos explicarlo de la manera más sencilla posible. La USGA y el Royal and Ancient someten a las pelotas de golf a una serie de pruebas para validar que son legales y se pueden utilizar. Esas pruebas se realizan de manera estándar. Se golpea a la pelota con 120 millas de velocidad de palo, a 2520 revoluciones y con 10 grados. Para que la pelota sea conforme y pase el filtro no debe volar más allá de las 317 yardas.

Pues bien, la propuesta de la USGA es mantener esa distancia límite de 317 yardas, pero cambiar las condiciones de la prueba. Se pegará a la bola con una velocidad de palo de 127 millas, a 2220 revoluciones y con 11 grados. Obviamente, con las bolas actuales, pegando en estas condiciones, se superaría notablemente las 317 yardas, de manera que esas bolas no serían legales. Los fabricantes tendrán que hacer pelotas que vuelen menos para que pasen esta criba.

Para que se hagan una idea, la velocidad de palo media de un jugador del PGA Tour es de 121 millas y el jugador que más rápido lo mueve es Brandon Hagy a 126 millas. Se trata de limitar la bola de golf.

Los cálculos iniciales realizados por la USGA y el Royal and Ancient apuntan a que de media se reducirá la distancia en unas 15-20 yardas. De media se pasaría de pegar unas 300 yardas a 280-285.

Con esta nueva Regla Local no se quiere perjudicar al amateur medio. Es más, Mike Whan tiene la idea de realizar una serie de ajustes en las bolas para los amateurs de calle de manera que esas pelotas puedan incluso volar más y ser más permisivas con el error.

Hoy se presenta el proyecto de esta nueva Regla Local. No eran pocas las voces, como por ejemplo la de Jack Nicklaus, que su día apostó por ‘tocar’ la bola para que reducir la distancia. Veremos en qué se concreta. El objetivo final es contribuir a la sostenibilidad del golf evitando que algunos campos se queden obsoletos por las nuevas distancias.