Hay rondas de golf que se te quedan grabadas a fuego de por vida. Una de esas fue la última de Rafa Cabrera Bello en el Austrian Golf Open de 2009. Domingo 20 de septiembre.
El canario salió a ocho golpes, nada menos, de Benn Barham. La victoria estaba en el radar de… nadie. Pero aquello fue una explosión de golf. Una demostración viva y pura de nunca digas nunca jamás.
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Rafa entregó una tarjeta de 60 golpes, con once birdies en 16 hoyos, ya que empiezo con un ‘pobre’ arranque con dos birdies, necesitó únicamente 60 golpes y aún pateó para eagle en el 18 para firmar el primer 59 de la historia del European Tour. No anduvo nada lejos.
Fue una remontada histórica en el Fontana Golf Club de Viena y su primer triunfo en el circuito europeo con sólo 25 años. Ingresaba en el club de ganadores derribando la puerta de una fuerte patada, con la virulencia de un elefante.
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Una remontada de este calibre necesitaba otra cifra redonda. Rafa logró la victoria número 150 del golf español en el Circuito Europeo en toda su historia. Bien es cierto que en aquel momento un tercio pertenecían al gran Severiano Ballesteros.
Benn Barham hizo 68 golpes saliendo como líder y no se pudo llevar el triunfo, simplemente porque ocurrió algo simplemente extraordinario. Por cierto, Barham es uno de los entrenadores más reputados hoy en día en el European Tour. Trabaja junto a Robert Rock y ayuda a algunos jugadores españoles como Pablo Larrazábal y Alejandro Cañizares.
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Así vivimos la victoria de Rafa en Austria hace ahora diez años y medio:
