David Durán estuvo allí. En Dubai. Le tocó vivirlo. Y aún recuerda con una claridad meridiana lo que sucedió aquel domingo 13 de febrero de 2011. El estrés. Demasiados frentes abiertos. Una jornada de golf épica. Seguramente la más desbocada que ha vivido en directo en toda su carrera. Yo me siento y escucho. Es la anécdota que más me gusta del caudal inagotable que ofrece en cada charla.
Nada menos que cinco españoles salieron con opciones de victoria el último día del Omega Dubai Desert Classic. Cinco que por momentos se convirtieron en seis porque José María Olazábal venía lanzando una maravillosa carga por delante. Era un día ventoso y se esperaba movimiento, ¿pero tanto? Más…
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Los españoles en la pelea eran Álvaro Quirós, Pablo Martín, Sergio García, Álvaro Velasco y Rafa Cabrera Bello. A ellos hay que unir a Rory McIlroy, que andaba en la lucha y Tiger Woods. ¿Se puede pedir más? David no sabía dónde mirar, dónde acudir, qué partido seguir… Difícilmente habrá existido un día de golf más emocionante para la Armada.
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Por si fuera poco, el desenlace, claro, fue de locos. El diablo de Tasmania se vistió de jugador de golf durante una hora de pura magia. Fue Álvaro Quirós entre los hoyos 8 y 11 del Majlis Course del Emirates. El de Guadiaro arrancó esta secuencia con un triple bogey que parecía demoledor. No fueron pocos los que tacharon su nombre. En una jornada tan apretada es un lujo que no te puedes permitir. Tuvo que dropar dos veces con penalidad en el 8, una vez porque la bola acabó en un arbusto y la segunda porque se la comió una palmera. Increíble, pero cierto.
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Su reacción fue apoteósica. Firmó un birdie sublime en el hoyo 9, el más difícil del día, dejó escapar el birdie en el 10, un par 5 y consiguió hoyo en uno en el 11. ¡Brutal! Ahí se produjo la imagen del torneo. Quirós levantaba los brazos celebrando el golpazo y cruzaba la mirada con Pablo Martín, que también lo celebraba desde el green del 15. Armada, Armada, Armada…
Así lo vivimos en Ten Golf en Dubai en 2011:
