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Severiano, el visionario

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La edición de 2010 del The Royal Trophy puede suponer un antes y un después en la historia de esta competición que un buen día se sacó de la chistera Severiano Ballesteros…

Hasta ahora no había conseguido aglutinar el interés de los aficionados. No ayudó el escandaloso resultado del segundo año a favor de Europa y tampoco la suspensión de 2008. Parecía que al torneo lo había mirado un tuerto. Pero este año no. Ha sido vibrante, emocionante, ha despertado interés y, sobre todo, tiene enloquecida a Asia. Parecía cuestión de tiempo, pero la gran mayoría no apostaba un duro por este duelo. Por eso, se entiende que Colin Montgomerie asegurara ayer tras el torneo que Seve había sido un visionario al concebir el The Royal Trophy.

El golf asiático está en pleno crecimiento. Antes apenas conocíamos a un par de jugadores, muy buenos, pero también muy solos. Ahora no. En 2010 nos acordamos incluso de ausencias importantes como Yang o Choi. Quizás, el joven hindú Bhullar y el japonés Oda, son los que menos suenen, pero cualquier aficionado habitual a los grandes circuitos ha visto jugar, y muy bien, a Jeev Milkha Singh, Ishikawa, Wi, Jaidee o Marksaeng. El torneo en sí es bonito, cada vez más, pero además tiene otra lectura más pragmática. Es una buena base de pruebas para que Europa prepare la Ryder Cup.

Montgomerie acudía por primera vez a este torneo a Tailandia y no ofrecía dudas. "Me he quedado muy impresionado con todo. Este torneo sólo puede crecer y expandirse, igual que está haciendo el gol en Asia. El modo en el que está creciendo el golf en Asia demuestra que la visión que tuvo Seve al montar esta cita era absolutamente acertada. Él vio que este área podría expandirse mucho y así ha sido".

Monty está encantado con la actitud de su equipo y con el trato que han recibido en el Amata Spring Country Club. "Hemos disfrutado cada minuto del torneo, desde la hospitalidad de cada uno de los tailandeses como el equipamiento de primer nivel del hotel y las condiciones inmaculadas en las que estaba el campo".

El capitán europeo de la Ryder se mostró también completamente encantado por la afluencia de público y su comportamiento. "Todo ha sido maravilloso, hasta el tiempo. El clima está horrible en Inglaterra y es fantástico poder jugar aquí con 35 grados. Jugar, además, ante unos 20.000 espectadores durante los individuales fue espectacular".

Los jugadores europeos regresaron igual de encantados y lo cierto es que da la sensación de que esta competición tiene el futuro más que garantizado. Es cierto que no han ido todos los mejores jugadores de Europa, pero la representación ha sido más que elevada.