Jordan Spieth se encuentra esta semana en Sidney para defender su título de campeón del Open de Australia, que ganara hace doce meses y que de algún modo marcó un antes y un después en la carrera del joven campeón texano. Spieth sigue pensando que difícilmente jugará alguna vez mejor al golf que aquel domingo en el que, bajo unas duras condiciones de juego, firmó un 63 para cantar victoria. Fue a partir de entonces, jugándose los cuartos con Scott o McIlroy, cuando Spieth de verdad comprendió que era capaz de lograr las metas que se propusiera, según ha señalado siempre el propio jugador. En todo caso, le honra haber ido hasta el Australian Golf Club, en Sidney, para defender su título. De nuevo, el sello del gran campeón.
El estadounidense cree que Adam Scott será esta semana su gran rival a batir y avisa de que llega en gran momento de forma, con muchas horas de entrenamiento a sus espaldas. Y como casi nunca defrauda cuando se pone detrás de un micro, ha dejado muy claro que los Juegos Olímpicos son para él en 2016 como un quinto grande.
Después, mientras impartía un clinic a chavales y según se informa en golfchannel.com, un chaval de doce años se atrevió en su inocencia a preguntarle si creía en Dios o en la ciencia… Spieth sonrió y se inclinó más por Dios que por la ciencia, para añadir: «esta sí que era una pregunta interesante».
En el mismo tono distendido, y en vista de que Peter Senior estará jugando esta semana a sus 56 años el Abierto de su país, al estadounidense se le preguntó dónde se veía él con 56 años… «Creo que a esa edad quizá esté en una playa de algún lugar, donde nadie sepa quién soy», respondió sonriendo.
En la cita, la primera que cuenta como clasificatoria para el British Open de 2016, no está presente Jason Day, que tampoco estuvo el año pasado. Además de las estrellas locales, salvo Day, encontramos otros grandes nombres como los de Clarke, Westwood, Colsaerts o Uihlein.
