José María Olazábal (-12) es el líder del WinstonGolf Senior Open a falta de 18 hoyos. El jugador de Fuenterrabía tiene tres golpes de ventaja sobre el segundo clasificado, Gary Wolstenholme (-9). Parece una noticia de otra época, pero no, no lo duden, es de hoy, y no hace falta que se pellizquen, ni que miren el reloj. El gran capitán de Medinah, ganador de dos Masters de Augusta y premio Príncipe de Asturias, casi nada al aparato, ha destapado el tarro de las esencias en el torneo del Staysure Tour, circuito senior de Europa, que se está disputando en Vorbeck, Alemania.
Y es que Olazábal no sólo está al mando del torneo, sino que está jugando como los ángeles. El viernes firmó una primera tarjeta de 66 golpes, con cinco birdies, un eagle y un bogey, y este sábado ha hecho otro 66, donde ha incluido un hoyo en uno fabuloso en el 4 (con un hierro 6 a 162 yardas del hoyo) y unos nueve segundos hoyos (empezó por el 10) estelares con 30 golpes. Simplemente extraordinario.
Hay que remontarse bastante atrás en el tiempo para encontrar una actuación similar de Olazábal. De hecho, antes del 66 de ayer, su mejor vuelta fue un 65 que hizo el primer día del Shaw Charity Classic de 2017, en el PGA Tour Champions de Estados Unidos. Desde entonces, apenas ha logrado bajar de 70 golpes. En Europa, sus dos únicas rondas por debajo de 70 golpes en los últimos tres años han sido en el Portugal Masters, un 67 en 2016 y un 69 en 2017. Es su tercer torneo regular en el Staysure Tour.
Para encontrar la última victoria de Olazábal como profesional hay que irse al año 2005. Entonces, se impuso en el Mallorca Classic por delante de Sergio García y Paul Broadhurst. ¿Alguien se merece más que Chema una victoria después de 14 años? Se puede decir que el golf se la debe…
Para que vean el tiempo que ha pasado desde aquel Mallorca Classic, Jon Rahm apenas tenía diez años, y jugaron el torneo Jan Van de Velde, hoy retirado, Miles Tunnicliff, dedicado a las relaciones con los jugadores en el European Tour o Andrew Coltart, hoy comentarista de la Sky.
No hay ninguna duda de que el golf se lo debe a Olazábal. Pero eso sí, este deporte entiende poco de sentimentalismos, de lo contrario vean lo que pasó ayer con Rory McIlroy en el Open. Olazábal aún se lo deberá ganar en el campo, como por otro lado él sabe y le gusta. Necesitará una muy buena vuelta mañana, pues al acecho están, entre otros, un tal Bernhard Langer. El alemán juega en casa y está a cuatro golpes de José María.
