Pues no, Tiger Woods aún no ha llegado a la línea de meta. Hace ya mucho tiempo que inició un viaje de regreso y son muchas las semanas que llevamos escuchando que ya está aquí de vuelta. Pero no es así…
Es cierto que se va a acercando, pero de momento sólo ve la bandera a cuadros en el horizonte. Que no. Tiger no es el de antes. Por ahora no. ¿Lo será? Es una incógnita. El WGC Accenture lo ha vuelto a demostrar. El genio sigue en 'stand by'. Ayer cayó eliminado de la primera gran cita del año a manos de Nick Watney, en segunda ronda. Perdió en el hoyo 18 por dos abajo y casi siempre a merced de su rival. Sólo fue dominando el partido durante tres hoyos.
No es sólo el resultado. Lo que más importan son las sensaciones. Y Woods sigue mostrando flaqueza cuando la película se pone tensa. No lleva bien la tensión y los cables se le cruzan especialmente en los greenes. El putt que metió en el 18 contra Gonzalo Fernández Castaño es a día de hoy la excepción. Ayer tuvo dos claves en el 17 y en el 18 para seguir con vida y falló ambos. Nos tenían más de tres metros.
Se cayó Donald y ahora se cae Tiger. El torneo pierde a dos referentes, pero no seamos injustos. Los grandes del ránking mundial están dando la cara. Los pesos pesados, los buenos, están tirando del carro. Desapareció el Número 1, pero ahí se mantienen los cuatro que siguen su estela: McIlroy, Westwood, Kaymer y Stricker. Enseñando galones.
McIlroy no está fluido, falla más golpes de los habituales, pero se las arregla con golpes prodigiosos para seguir vivo. Hoy ha ganado a un siempre incómodo Anders Hansen con solvencia (3 y 2). Hay maneras y maneras de salvar un par. Y después está lo que hizo McIlroy hoy en el 14. Tras fallar el golpe a green de manera estrepitosa y volver a errar el siguiente golpe para dejarla en el rough profundo alrededor de green, se sacó un truco mágico de la manga para meterla cuando parecía imposible. Ahí Hansen, que no andaba precisamente sobrado, sacó la bandera blanca. Ahora, el norirlandés se enfrentará a Jiménez.
Westwood bromeaba nada más cerrar su victoria contra Karlsson por 3 y 2. El inglés pedía que alguien le llevara ropa a Tucson porque no había metido provisiones suficientes para tantos días. Y es que es la primera vez que el inglés alcanza la tercera ronda en este torneo. Es curioso que el único inglés en tercera ronda sea precisamente él. Lo cierto es que está jugando al golf de maravilla. Hoy ha ganado de forma cómoda. Puede ser Número 1 si gana el domingo y eso es un aliciente enorme. Westwood se las verá con Watney. Ha evitado a Tiger, pero a cambio obtiene un regalito envenenado. Watney ha eliminado a Westwood los dos últimos años.
Kaymer sigue por debajo del radar. El alemán no hace ruido, pero pasa rondas. Ha eliminado a David Toms, ganador de este torneo, por dos arriba. Es uno de los pocos partidos (sólo cinco) que han llegado al 18. Curiosamente, ninguno ha necesitado un hoyo extra. Kaymer no ha cometido hoy ningún bogey. Fiabilidad teutona. Ahora se enfrenta a otro hueso, Matt Kuchar, que se deshizo de Bubba Watson por 3 y 2 con nada menos que seis birdies en su maleta.
Stricker ha empezado la temporada con retraso por culpa de las lesiones, pero no se está notando nada. El norteamericano ha derrotado en un partido a cara de perro a Louis Oosthuizen. El sudafricano perdonó y Stricker se lanzó a la yugular. Se puso por delante por primera vez en el hoyo 16. De ahí, hasta el final. Ahora se enfrenta a Hunter Mahan, uno de los que mejor ha jugado hoy al golf. Ha derrotado a un rival fiero como Yang por 5 y 3. Su arranque ha sido demoledor. Tras un bogey en el 1, ha hecho seis birdies en los siguientes siete hoyos. Tremendo.
La mayor paliza de la jornada ha sido para Francesco Molinari y su 'agresor' ha sido Dustin Johnson (7 y 5). El estadounidense está bordando el golf con golpes alrededor de green de fábula. Ayer volvió a enchufar desde fuera. Terrible. El italiano poco pudo hacer frente a sus siete birdies en trece hoyos. Dustin Johnson juega ahora contra Mark Wilson, otro de los que no hace ruido, pero que las mata callando. Su victoria frente a Rock (3 y 2) ha sido espléndida. Hoy ha sabido aprovecha el mal día del jugador inglés (cuatro sobre par).
El duelo más alejado de los focos de estos octavos de final es el de John Senden contra Sang Moon Bae. Senden es el mejor de este Accenture si nos atenemos sólo a los resultados. Ganó sobrado a Simon Dyson (4 y 3) y hoy ha borrado del mapa a Jason Day (6 y 5). Senden aún no ha pisado el hoyo 16. Bae, por su parte, ha conseguido otra victoria de mérito tras eliminar en primera ronda a Poulter. Esta vez se ha deshecho de Schwartzel, otro gran jugador de match play. Ha ganado uno arriba. El coreano entiende el match play a la perfección. Ha derrotado al campeón del Masters con cuatro bogeys en su haber. A cambio, ha conseguido seis birdies.
Merece una mención especial lo que están haciendo los dos escoceses. Paul Lawrie y Martin Laird se verán las caras en octavos. Quién iba a decir que habría más escoceses que ingleses después de dos rondas. Pero así es. Lawrie ha derrotado a Ishikawa por 1 arriba dominando el partido de principio a fin, aunque nunca llegara a tomar una ventaja importante. Laird, por su parte, ha sufrido bastante menos que con Quirós. Ha ganado a Manassero por dos arriba desplegando un golf soberbio, con ocho birdies. Brutal. Mucho a hecho el joven italiano con llegar al hoyo 18.
El último partido de octavos tampoco tiene un brillo rutilante. Se enfrentan los rubios, Peter Hanson y Brandt Snedeker. Hanson derrotó con comodidad a Els sin cometer ningún bogey y Snedeker no permitó a Stanley que se tomara cumplida revancha tras la derrota en el desempate del Farmers. Esta vez ha ganado por 2 y 1.
Por cierto, los 'nobles' del ránking mundial sí han pasado de ronda, pero los cuatro ganadores de majors del año pasado han caído eliminados.
