Todos y cada uno de los primeros 25 clasificados del HSBC son conscientes de que una vuelta de 69 golpes, notable aparentemente, te hace retroceder. Así le ha ocurrido hoy a Gonzalo Fernández Castaño…
El ejemplo más gráfico nos lo brinda la vuelta del norteamericano Scott Piercy, que comenzaba la tercera jornada en octava posición y ahí se ha mantenido después de entregar un 68, cuatro menos en el día.
Kaymer, Fujita o Rose apenas han avanzado cinco o seis posiciones con un sólido 67 en sus tarjetas. Así las gasta este magnífico Olazábal course. Phil Mickelson, que está potenciando cada vez más su faceta de diseñador, está entusiasmado con el recorrido de Chema, en el que, según explica el zurdo, se premian generosamente los grandes tiros.
Sólo un ‘pero’ que nada tiene que ver con el diseño, y sí con la preparación: se echa de menos un rough algo más penalizador alrededor de green y también en las calles. No se trata de enarbolar la bandera del agorero (¿a quién no le emociona comprobar si Snedeker será capaz de embocar en el 18 para entregar un 59?), pero quizá resulte más justo y razonable equilibrar en estos grandes torneos la ecuación riesgo-recompensa-penalidad.
– De auténtico ‘expediente X’ ha sido la vuelta de Dustin Johnson. ¿Lesión o pérdida absoluta de la paciencia? Porque a partir del hoyo 7, hasta donde llegaba con un parcial de una menos en el día, firmaba cinco bogeys, un doble bogey, un triple bogey y un cuádruple bogey… Tarjeta de 84, doce más en el día y caída libre desde la sexta posición hasta la 60ª.
– Luke Donald ha relatado con gran sentido del humor sus vivencias en el hoyo 7. Puleaba su drive y la bola terminaba entre unas rocas después de botar en un camino. Allí, entre las rocas, trataba de jugarla y estrellaba su sand wedge contra una piedra sin siquiera rozar la bola. El palo quedaba destrozado y el inglés aún salvaba un buen doble bogey… «Somos humanos», tuiteba tras finalizar la ronda.
– Álvaro Quirós ha decidido borrarse del Barclays Singapur de la próxima semana, o al menos así se constata en la página del European Tour. Curiosamente, después de tomar semejante decisión (acertada a todas luces: en su caso parecía muy recomendable parar y comenzar cuanto antes a reajustar su juego), ha completado una buena vuelta.
– El doble bogey de Fernández Castaño en el 15 ha manchado un resultado que apuntaba con firmeza al top-ten del torneo. Por algo este par 5 es el estandarte de este recorrido. Una mala salida desde el tee puede terminar perfectamente en birdie, pues no estás tentado de alcanzar el green en península con el segundo tiro (a no ser que uno se llame Bubba Watson…), y un drivazo a calle puede acabar como el rosario de la aurora. El madrileño, no obstante, ha mostrado hoy el nervio y la capacidad que demandaba la jornada.
