Jorge Campillo aún se pregunta cómo pudo acabar la primera ronda del Avantha Masters de la India…
Mucho amor propio y vergüenza torera. Así se puede definir lo que hizo el extremeño, ya que un virus estomacal lo ha dejado hecho trizas. Cuando acabó la ronda del jueves tenía 39 de fiebre y se encontraba muy débil.
Dejó pasar la noche para ver si se recuperaba y podía jugar la segunda vuelta con cierta normalidad, pero no hubo evolución. Seguía con fiebre. Así las cosas, no tuvo más remedio que comunicar su abandono a la organización.
Ha sido una decisión especialmente dolorosa porque precisamente en este torneo es donde ha logrado su mejor actuación en el Circuito Europeo. Todos recuerdan su segunda posición el año pasado embocando un fabuloso chip en el hoyo 18.
En las próximas horas, y en función de la evolución, Jorge determinará si se mantiene en la India, viaja a Malasia o se marcha de vuelta a España para recuperarse lo mejor posible.
