Fantástica jornada final en Estoril con victoria de Bourdy y opciones de Fernández Castaño hasta el final
Harían falta dos o tres libros para contar todo lo que sucedió en una jornada final apasionante en el Open de Portugal. Hubo cinco líderes distintos durante la tarde, seis jugadores con serias opciones de llevarse la victoria, un playoff de desempate entre tres golfistas y una agónica resolución del torneo en el tercer hoyo de la muerte súbita.
La victoria fue para Gregory Bourdy, sin duda, uno de los grandes responsables de la tremenda emoción que se ha vivido en Estoril. El francés, líder sólido tras la tercera ronda con cuatro golpes de ventaja sobre el segundo, dilapidó todo su margen con un errático arranque: +3 en los primeros seis hoyos. Esto permitió meterse en la pelea a David Howell, Alastair Forsyth, Miles Tunnicliff, Gonzalo Fernández Castaño y Charl Schwartzel. Cualquiera pudo ganar y cualquiera pudo estar en el playoff que finalmente disputaron Bourdy, Howell y Forsyth. Los tres acabaron con -18.
Como decíamos, el torneo se resolvió en el tercer hoyo de desempate y hasta ese instante todos tuvieron su momento para ganar. Se jugó dos veces el 18 y resolvió el 17. Forsyth se cayó de la puja en el segundo hoyo, después de mandar su salida al mítico arbusto de Barry Lane.
Todo estaba de cara para Howell, ya que firmaba el par con solvencia y Bourdy aún tenía un putt de casi tres metros para seguir luchando. El galo lo metió y venció en el tercer hoyo con un par, mientras que Howell hacía el bogey. Esta vez el inglés no tuvo tanta suerte. Y es que, casualidades del destino o no, Howell pegó un tiró muy largo que se pasó de green y le quedó un approach muy complicado. El tiro fue muy similar al que había pegado en el hoyo 18 de su vuelta regular. Sin embargo, apenas tres cuartos de hora antes, esa bola, condenada a perderse a 15 ó 20 metros de green, pegó en una de las barras de metal que sujetan las cuerdas que separan al público y se le quedó muy cerca del green, para un approach rodado asequible. Howell salvó el par en esa ocasión y por ello pudo jugar el playoff.
Bourdy demostró ayer que la templanza es básica en el manual de un ganador. Después de los tres bogeys iniciales, prácticamente se le daba por descartado en la lucha por el triunfo. Llegó a estar a dos golpes del líder (por entonces Tunnicliff) y con unas sensaciones horribles. Pero supo rehacerse y se llevó el torneo gracias a unos segundos nueve hoyos brillantes, con cuatro birdies y ningún bogey.
El francés logra su segunda victoria en el circuito Europeo y lo hace apenas seis meses después de lograr su primera en Mallorca. De paso, demuestra una predilección especial por la península ibérica, ya que sus mejores resultados se han dado entre Mallorca, Estoril, Madrid y Madeira.
Brillante Gonzalo Fernández Castaño.
Otro de los que llegó a ser líder en esta última vuelta fue Gonzalo Fernández Castaño. El madrileño jugó un golf sensacional y sólo, repetimos sólo, el putt en determinados momentos clave le privó del triunfo o, el menos, de haber jugado el playoff. Gonzalo acabó quinto, a dos golpes de los líderes, después de jugar unos nueve últimos hoyos de libro. Se dejó ocasiones de birdie en todos, excepto el 12, que embocó de manera espectacular desde el búnker y el 14. Falló un putt de birdie en el 16 de menos de un metro que lo hubiera puesto en aquel momento líder del Open de Portugal. Aún así, tuvo arrojo para volver a dejarse dos opciones de birdies en el 17 y el 18, que no entraron por poco. Acabó el último día sin bogeys y si hubiera tenido el acierto del primer día en los greenes, Gonzalo sería hoy ganador del Open de Portugal.
Hay que destacar también el torneo de Pablo Martín (-11). Hizo una defensa del título fantástica. El malagueño hizo soñar a todos después de hacer tres birdies seguidos en el 6, 7 y 8. Se metía en la pelea, aunque no de lleno. En sus segundos nueve hoyos cayeron demasiados bogeys (cuatro) por sólo dos birdies y se tuvo que conformar con el 15º puesto. El joven andaluz ha puesto de manifiesto en los últimos 15 días que ha recuperado su mejor juego y que está en disposición de lograr grandes cosas.
Excelente también José Manuel Lara. El valenciano venía desde atrás y nunca tuvo opciones de reales de victoria. Sin embargo, a la chita callando acabó con -12, una vuelta final de tres bajo par y otro top ten para la buchaca. Además, sumó otra jornada más libre de bogeys. Acabó noveno.
Por último, Santi Luna jugó bajo par el último día, para un total de -2 y acabar en el puesto 60.
El golf francés puede estar de enhorabuena porque ha enlazado dos victorias en las dos últimas semanas: Levet en Marbella, y Bourdy en Estoril.
Pues no lo podemos negar, un poco de envidia sí que hay…
