Jon Rahm ha pasado como primero la fase de grupos del WGC Dell Technologies Match Play. Ha perdido su duelo de la tercera jornada contra Patrick Reed por 3 y 2, pero estará en octavos y se enfrentará a Brooks Koepka en un duelo extraordinario.
Rahm tenía la posibilidad de pasar a octavos hasta perdiendo con Patrick Reed y eso es lo que ha sucedido finalmente. Necesitaba que Cameron Young no ganara su partido contra Sebastián Muñoz. Tanto el triunfo como el empate del colombiano valían y finalmente ganó Muñoz por 1 arriba en el hoyo 18. Así las cosas, Jon pasa como primero con dos puntos, Muñoz y Reed terminan con un punto y medio y Young finaliza con un solo punto en su haber.
Lo importante era estar en octavos y eso es lo que cuenta, pero lo cierto es que ha sido un día de mucho más sufrimiento del esperado para el de Barrika. Especialmente tal y como empezaba jugando al golf. En los primeros hoyos del Austin Country Club ha sido un auténtico ciclón. Ha ofrecido una exhibición de golf absoluta, ejerciendo el magisterio propio de todo un Número 1 del mundo.
En los siete primeros hoyos ha jugado un golf de alta escuela. Ha hecho cinco birdies en los seis primeros hoyos, jugando con el tiralíneas desde el tee, pegando tirazos con los hierros y pateando muy bien. Era un chaparrón de golf que podría haber hecho saltar por los aires a cualquiera… Pero Patrick Reed es mucho Patrick Reed.
El golfista norteamericano ha vuelto a demostrar por qué es un jugador terrorífico en match play aun estando ya sin opciones de pasar a octavos. En los momentos de mejor golf de Rahm ha aguantado el aluvión de golf con un temple extraordinario, pateando con solvencia y soltando también un repertorio de golpes importante.
Con la puesta en escena de Jon parecía increíble que sólo fuera dos arriba después de seis hoyos, y es que Reed en ese tramo había hecho también tres birdies. Añadió uno más en el 7, con otro tirazo soberbio, y se colocó a uno. Jon mandaba en el partido en ese momento, pero daba la sensación de que la batalla iba a ser angustiosa.
Y así fue… Una vez aguantado el temporal de los primeros hoyos de Jon, Reed mantuvo su altísimo nivel de juego, especialmente desde el tee, algo muy poco habitual en él, y a Rahm le fue costando cada vez más. Ha dado la sensación de que lo ha sacado del partido, como si le costara encajar una pírrica ventaja de uno arriba después de su exhibición en esos siete hoyos.
Ese desconcierto se ha plasmado en algunos golpes de los segundos nueve. Ya no estaba tan preciso. Ya no estaba tan demoledor. Ya no las dejaba tan cerca. En el hoyo 11, de hecho, se fue al agua por muy poco por la derecha de green, a la altura de la bandera. Ahí se igualaron las fuerzas. Partido empatado. Pero la inercia ya iba en favor de Reed…
El norteamericano ganó el 12 con birdie, obligó a hacer birdie a Jon en el 13 para no perder ese hoyo y se llevó de nuevo el 14 con un mal segundo tiro del español. Dos arriba a falta de cuatro hoyos.
La dinámica del partido bien podría haber cambiado en el hoyo 15. Rahm se recompuso y lanzó un nuevo ataque para recuperar la inciativa. Descerrajó un drive antológico y de dejó una gran opción de birdie. Eran menos de tres metros. Si la metía se ponía de nuevo a uno y contra por delante. Una película nueva. Pero no fue un buen putt. Lo falló y ahí se terminó la historia.
En el 16 fue a por todas en el segundo golpe buscando el eagle. Tal y como estaba jugando Reed sabía que necesitaba algo especial para darle la vuelta al duelo. Arriesgó y no le salió. Su segundo golpe salió por la izquierda y no volvió… Además, no tuvo nada de suerte con los rebotes y terminó pegada a una valla de madera que delimita el campo. Tuvo que dropar y se acabó el partido. Ahí lo entregó Jon.
Ha sido un partido puro y duro de match play. Jon ha hecho nada menos que seis birdies y no ha llegado al hoyo 17. Con lo que ha hecho hoy habría ganado a una buena parte de los jugadores hoy en Austin, pero Reed terminó con nueve birdies, ocho de ellos reales, pues el del 16 fue una concesión de Jon y ni siquiera tuvo que tirar el putt. Ojo. Ocho menos en 16 hoyos. De locos.
Por este motivo no debe deja ningún daño este partido. Jon ha jugado bien y está en una línea espléndida para afrontar los octavos. Hoy se ha encontrado con un iluminado que, además, es un mago en el match play.
Después, tocó sufrir porque Young fue ganando durante todo el partido. Curiosamente, cuando Jon se puso por detrás, Cameron empezó a jugar peor. La presión de ver que era posible al menos forzar el desempate con Rahm. Finalmente ganó Muñoz y se pasó el mal rato. En cualquier caso, no olvidemos que Rahm tenía asegurado el desempate con Young y no sabemos lo que habría pasado, pero mejor evitarse ese trago complicado.
Duelo en octavos contra Brooks Koepka
Rahm se enfrenta por tanto en octavos a Koepka, que hoy ganó su partido contra Shane Lowry para pasar como primero con tres puntos. El ganador del Koepka-Rahm se enfrentará al ganador del Dustin Johnson Vs. Richard Bland.
Creo que Brooks ganó ayer a Lowry.