Harris English (-13) se mantiene como líder del WGC Fedex St. Jude Inviational después de la segunda jornada, aunque para ello ha tenido que entregar una excelente tarjeta de 65 golpes. Digamos que no hay otro modo de mantener a raya a las fieras de todo tipo, color y pelaje que se mueven esta semana por el TPC Southwind de Memphis. Nos espera un fin de semana eléctrico y de altura, como suele ocurrir cuando 48 de los 50 mejores jugadores se citan en el mismo lugar…
Cuando menos lo esperes, te hostiga por un flanco Cameron Smith (-11), que se hace ocho menos en el día e iguala el récord del PGA Tour de menos putts en una ronda de golf, tan sólo 18, lo que no deja de ser una auténtica barbaridad, aunque el australiano utilizara el putter desde el antegreen en algunas ocasiones. Tan pronto la embocaba desde el bunker para eagle como encadenaba algunos puros desde cualquier distancia.
O Abraham Ancer (-11), que te asegura 16 greenes en regulación y se harta de embocar desde cuatro o cinco metros de distancia para firmar otro 62. O resulta que Louis Oosthuizen (-9) aún no ha dicho su última palabra este verano y te lo demuestra con un pujante 64, mismo registro de Sam Burns (-10). No, Harris English casi no va a poder fiarse de nadie. Ni siquiera del aparente momento mustio de Dustin Johnson (-6), porque viene el de Carolina y, cuando parece ya más fuera que dentro de la lucha por los grandes objetivos de esta semana, coquetea con el albatros en el hoyo 16 y se deja un eagle dado.
El campo se defiende como buenamente puede, pero abundan los registros de cuatro menos en el día o mejor (Poulter, Palmer, Scheffler, DeChambeau, Zalatoris, Finau, Casey o Mickelson, entreo otros), y es posible (hasta probable) que todavía nos queden por ver algunos sesentaydoses más, y puede que algo mejor, en cuyo caso las variaciones, saltos y chispazos en la tabla estarán a la orden del día. Incluso, si a Rory McIlroy (-2) o a Sergio García (-2) les diera por darse una fiesta en los greenes, todavía podrían asomar las orejas, aunque el objetivo del triunfo parece poco menos que imposible para ellos. Ambos bien podrían haberse ido a dormir dentro del top ten si hubieran sido capaces de ordeñar como es debido en los greenes su juego de tee a green, fantástico por momentos.
Sergio, por ejemplo, aún no ha embocado en 36 hoyos un putt más largo de tres metros en unos greenes donde la bola rueda con nobleza. Es posible que resultemos pesados, una y otra semana con la misma cantinela, pero es que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible: English ha enchufado ya cinco o seis puritos desde más allá de cuatro metros en las primeras dos rondas (igual que Smith o Ancer, entre otros), requisito indispensable en noventa y cinco de cada cien torneos para de verdad aspirar al triunfo o a una posición sobresaliente.
Concluyamos significando que a Xander Schauffele (+2) no se le espera ya por la zona caliente de la clasificación. En fin, que menos que mostrarnos indulgentes y comprensivos con el flamante oro olímpico.
