– Kevin Kisner (-16) es el líder en solitario del World Golf Championship HSBC, a la espera de que Russell Knox (-15) finalice su vuelta, porque es el único hombre que se ha quedado sin hacerlo al quedarse sin luz por culpa de un retraso (riesgo de tormenta) en el comienzo del juego. El escocés decidió no pegar en el tee del 18 y mañana aún podrá sacarle un birdie al último par 5 para igualar en cabeza.
– El torneo está que arde. Realmente bonito. Por un lado, por la sorprendente actuación del joven chino Haotong Li (-15), que hoy firmaba un 66 y se ha procurado una opción fabulosa de dejar boquiabierto al planeta golf con una, a priori, victoria imposible. Quién sabe si este muchacho de veinte años no daría una mano de un nuevo barniz a la historia de este deporte, revolucionando al gigante asiático con un triunfo de semejante calado ante buena parte de la flor y nata del golf mundial. Li tiene personalidad y, aparentemente, sólo le falta algo más de estabilidad con el driver en las manos. Porque sus hierros echan humo y patea con mucha intención.
– El 63 de hoy de Jordan Spieth (-13) también le ha aportado una nueva dimensión al torneo. Lo hace más profundo, más bello. Más interesante: el Número 2 del mundo luchando todavía por situar su arrebatadora temporada una galaxia más allá. Spieth, pese a su juventud, es de la vieja escuela. Lo es por su ambición desmesurada de triunfos y gloria deportiva. Y también por su disciplina ante los viejos principios: si la tercera ronda es la del movimiento, habrá que moverse…
– Hay otros para quienes todos los días son sábado. Por ejemplo, Dustin Johnson (-15, hoy vuelta de 65 golpes). Partiendo a un golpe de la cabeza quizá sea él ahora mismo el máximo favorito. Seguramente, en este escenario no sentirá tanto la agobiante presión de las jornadas dominicales de majors. Tampoco le despistará la dichosa etiqueta: ‘el mejor jugador del mundo sin un Grande’. Y sin nubes en el horizonte es una verdadera máquina.
– Más descolgado se ha quedado Sergio García (-10) si atendemos a sus opciones de triunfo, pero él sigue completando una semana notable de competición, muy seria, muy consistente. Su vuelta de 68 golpes no admite reproches y sólo suma tres bogeys en 54 hoyos. Hoy, de hecho, incluso ha afinado más con el juego largo. Sólo le ha faltado en el Sheshan International uno de esos días dulces en los greenes, sin que tampoco pueda decirse que esté pateando mal. Sólo ha echado de menos un toque más de magia, de chispa, de oportunismo… No se puede ni se debe descartar que esa gran vuelta explosiva, sólo intuida hasta el momento, estalle verdaderamente en la última jornada, aunque ni por esas podría asegurarse que llegue a tiempo para ganar, porque es evidente que en este campo siempre salen vueltas muy bajas (hoy Sergio no se ha movido en la clasificación jugando cuatro menos en el día) y sería ingenuo descartar que alguno de los doce hombres que le preceden en la tabla no vaya a firmarla.
– Más ingenuo aún sería descartar de antemano a Kisner y Knox. Llegados a este punto, se han ganado toda la credibilidad. O a Patrick Reed (-13). Incluso a Branden Grace (-12), que sufriendo, sufriendo, ha seguido jugando por debajo del par, apoyándose en su 63 del jueves para asomar todavía ahí arriba.
