Inicio WGC WGC HSBC Champions Knox gana y realza la leyenda (y el misterio) del golf

Knox gana y realza la leyenda (y el misterio) del golf

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El escocés Russell Knox (-20) ha entregado una última tarjeta de 68 golpes para ganar contra todo pronóstico el World Golf Championship HSBC en el Sheshan International de Shanghai. Knox acababa hoy su tercera ronda, la que dejó inconclusa el sábado por falta de luz, con un birdie en el 18 que lo metía en el partido estelar, antes de dar una exhibición de temple y saber estar en la ronda final, aprovechando además que jugadores como Jordan Spieth (-15) o Dustin Johnson (-16), seguramente los dos candidatos más serios al triunfo final, no tenían su día.

Hay que matizar: ha sido un triunfo contra todo pronóstico si atendemos a los datos y al historial antes de comenzar el torneo, porque en realidad esta semana ha sido el mejor, en la zona alta desde el inicio y mostrando a lo largo y ancho de los 72 hoyos un juego de tee a green fiable y fino.

¿Cuáles son esos datos e historial que nos dejan a todos con la boca abierta al ver cantar victoria a este jugador de treinta años? Por supuesto, Knox es un buen golfista. Hay que serlo para jugar un campeonato del mundo y para llegar hasta aquí como Número 85 del mundo (a partir de hoy lo encontraremos ya en el top-30). Es más, lleva ya dos años ganándose mejor que bien la vida en el PGA Tour. Pero…

Vayamos por partes. La cuestión es que Knox nunca había ganado nada, más allá de un torneo del Web.com, la segunda división norteamericana, en 2011. El Chiquita Classic, ni más ni menos. De hecho, se había metido casi de rebote en este HSBC que le ha cambiado la vida, gracias a la renuncia de un buen puñado de jugadores (a bote pronto: Day, Rose, Kuchar, Mickelson y otros tantos, porque del top-50 del mundo estaban sólo 36). Es más, en realidad él no supo que jugaba esta semana hasta hace diez días, cuando se confirmó la lesión del estadounidense J.B. Holmes. Tampoco se había puesto antes demasiadas veces mirando al triunfo, aunque el Honda Classic en tierras de Florida se le da muy bien (fue allí segundo en 2014 y tercero este año).

Su caso tampoco puede compararse, por ejemplo, al de Shane Lowry, el irlandés que, como él, ganaba este año su primer WGC. Porque Lowry ya venía avisando, porque Lowry había ganado un torneo del circuito europeo como amateur, porque ya se había metido en el Masters este año y había luchado por la victoria el domingo en todo un US Open semanas antes de ganar su WGC, el Bridgestone, además de atesorar ya un top-ten en el British…

Dicho de otro modo: a día de hoy, y aunque el juego y la confianza de Knox venía progresando al alza claramente en los dos últimos años, parecía estar ya mucho más cerca de su techo de lo que esta semana se ha demostrado. Un hecho que no hace sino agrandar la leyenda y el misterio del golf, el más invencible de los deportes, precisamente por lo que tiene de inescrutable, el único en el que pueden darse con relativa asiduidad casos como el que nos ocupa.

Porque se puede ir todavía más allá. Russel Knox tenía en el campo hasta 49 jugadores con mejor ranking mundial que él. Además, a pesar de las citadas ausencias, no lo olvidemos, en Shanghai estaban unos tales Spieth, McIlroy, Bubba, Stenson, Fowler, Dustin Johnson, García, Scott, Oosthuizen, Reed,  Kaymer… Por fijarnos sólo en algunos de los top-25 del mundo, con seis top-ten entre ellos.

Es que Knox estaba jugando el primer World Golf Championship de su carrera y hasta la fecha sólo había jugado cuatro Grandes, pasando un solo corte. Es que, en definitiva, su perfil no era ni por asomo el de un potencial ganador esta semana (las apuestas lo situaban 100 a 1), nos pongamos como nos pongamos.

Pero será cuestión de seguir aprendiendo la lección: a dos golpes del escocés finalizaba Kevin Kisner, otro jugador sin grandes victorias en su palmarés, y el chino Haotong Li, de veinte años y escasa experiencia, Número 212 del mundo, finalizaba en séptima posición, saliendo el domingo en el penúltimo partido. No obstante, cabe una última reflexión: el misterio insondable del golf del que hablamos no se sustenta sólo en la gran actuación de jugadores más o menos inesperados en la zona caliente, sino también en la impensable carambola que tiene que darse para que ninguno de los ‘monstruos’ presentes pueda componer una gran semana, en cuyo caso serían poco menos que inalcanzables.

Sergio García (-14) finalizaba en undécima posición tras entregar otro 68, el tercero de la semana. Aunque fuera de lejos y a la expectativa, el español llegaba a meterse hoy en la lucha por el triunfo después de anotar un parcial de cinco menos por los primeros diez hoyos, pero su final de recorrido no fue lo explosivo que hubiera necesitado: el 62 entregado por Danny Willet le hubiera valido quizá para salir a jugar un desempate por el triunfo, pero en realidad su vuelta se fue desinflando tras firmar bogeys en los hoyos 11 y 14.

Resultados finales del WGC HSBC Champions