Primer Campeonato del Mundo de su vida y primer domingo peleando por la victoria. Así es Jon Rahm (-9). Sin complejos, sin miedos, sin inseguridades. O no las tiene o las guarda bajo llave cuando se trata de pelearse con cualquiera a birdie limpio. Da igual quién esté enfrente.
Rahm se ha fabricado una preciosa opción de victoria en el WGC México Championship. Ha hecho 67 golpes en la tercera jornada del torneo y se ha colocado en la quinta posición, metido de lleno en la pelea por la victoria, a sólo tres golpes del líder Justin Thomas, mirando de tú a tú a algunos de los grandes acorazados del golf mundial. Jon está dispuesto a armar la mundial en México.
La misión que tiene por delante es mayúscula. Bonita y compleja. Apasionante. Más allá de la presión de verse arriba a falta de 18 hoyos, algo con lo que parece lidiar con una naturalidad formidable, Jon se las verá mañana con el Número 1 (Dustin Johnson -11), con el jugador más en forma del PGA Tour esta temporada (Justin Thomas -12), con el Número 3 (Rory McIlroy -10) y con el mayor mago que ha dado el golf mundial desde Severiano Ballesteros (Phil Mickelson -10). Estos son los cuatro golfistas que Jon tiene por delante. Lo que para muchos podría provocar un colapso, para Rahm es un estímulo. Es una situación nueva, pero sería mucho más complicada si no hubiera sabido ya lo que supone ganar un gran torneo como hizo en el Farmers Insurance Open de Torrey Pines. Ahí está la experiencia. Ya lo ha hecho. Sabe hacerlo.
Es cierto que los WGC son palabras mayores. Ningún español lo ha conseguido ganar en la historia. Pero no es menos cierto que nada le pone más a Jon que ir derribando muros con su pala excavadora. No se arruga ante los desafíos, al contrario, mejora si cabe las prestaciones. Nadie duda ahora mismo que es una mala noticia tener que jugarte un Campeonato del Mundo con figuras tan portentosas como McIlroy, Mickelson, Thomas o Dustin Johnson, pero seguro que a ninguno de ellos le hace gracia alguna tener a Jon soplándole en el cogote.
Rahm salió hoy a darse una oportunidad el domingo y lo ha conseguido. El plan empezó torcido con un bogey en el hoyo 3. Enderezó rápido el asunto con un birdie en el 4 y en el 9 ya estaba bajo par. En los segundos nueve ha estado soberbio. Tres birdies más sin errores. Sólido como el granito. Si llega a los últimos nueve hoyos con opciones que se agarren todos porque habrá curvas…
Una vez más no ha cogido muchos greenes hoy (9), pero tampoco se ha metido en grandes problemas. La mayoría ha terminado en el antegrren. Su juego corto es fiable como un reloj suizo y se está mostrando muy firme en los putts cortos. Transmite seguridad.
Rahm es la gran baza española para ganar en México, pero no la única. Hay que darle también opciones a Sergio García (-6). El de Borriol se ha fajado hoy valiente para darse una opción el domingo. Y ahí la tiene. Está lejos y hay muchos jugadores entre él y el liderato, pero si consigue sacar una vuelta como la de hoy de Jordan Spieth (63 golpes) aún tendrá cosas que decir. Sergio hizo hoy 68 golpes ofreciendo una lección de tee a green en un campo que es muy complicado en esta parcela del juego. Si mañana tiene el día inspirado con el putter puede hacer aún mucho daño en el torneo.
Los otros dos españoles, Rafa Cabrera Bello (-1), hoy 71 golpes, y Pablo Larrazábal (+8), hoy 75 aún podrán recuperar posiciones el domingo. Rafa tiene a tiro con un vueltón incluso el top ten, a seis golpes. Mientras, Pablo ha tenido hoy un día duro en la oficina. De esos en los que parece que ha venido a verte Murphy. Todo lo que podía salir mal salía aún peor. Pero si algo no hace Larrazábal es tirar la toalla, así que seguro que mañana tratará por fin de ganar al Club de Golf Chapultepec.
Entre los cuatro de arriba, habría que decir que Justin Thomas es el iluminado (hoy firmó un hoyo en uno), Dustin Johnson es el sobrado (está a un golpe del liderato tras perder una bola en el 14), Rory McIlroy es el imprevisible (hoy ha tenido un día raro pero se le ve muy fuerte) y Phil Mickelson es el mago Merlin (su vuelta hoy ha sido un homenaje al escapismo). Mickelson ha cazado apenas cuatro calles y ha hecho 68 golpes. Ciencia ficción para cualquiera que no se llame Mickelson. Y es que no sólo ha fallado calles, sino que se ha metido en líos que ni el gran Houdini. Consulta aquí los resultados en directo.
