Había llegado a la cumbre de la fama y fortuna de la LPGA de un modo atropellado y antinatural. Y hasta había tratado de batirse el cobre con los hombres en algún torneo del PGA Tour…
Pero su primera victoria como profesional se resistía. El domingo, en Guadalajara (México) Michelle Wie consiguió su objetivo y se adjudicó el Lorena Ochoa Invitational batiendo a las mejores del circuito.
A sus 20 años recién cumplidos, Wie entra en el círculo de ganadoras del circuito femenino para poner en duda la hegemonía de la mexicana Lorena Ochoa, que celebró su 28 cumpleaños el mismo domingo de la jornada final. Wie también presenta sus credenciales para hacerse con el protagonismo norteamericano de la LPGA, que hasta ahora compartían Paula Creamer y Morgan Pressel.
Después de años de no pasar cortes y pobrísimos resultados, parece que Wie alcanza el nivel que de ella se esperaba. Sin duda, la separación profesional de sus padres, que la abrazaron efusivamente en el green del 18 tras su victoria, y su trabajo con David Leadbetter, han sido claves. Según avanzaba el año 2009, fuimos asistiendo a una progresiva e interesante evolución. Wie ya no era esa niña asustada, seria, casi amargada… En la Solheim Cup fue bastión fundamental del equipo americano, y su golf se revelaba más fresco y capaz que nunca.
El resurgir de la hawaiana será sin duda bienvenido por la LPGA, que aprovechará el tirón que Wie tiene entre aficionadas y aficionados por igual.
