El Ricoh Women’s British Open, a través de su Comité organizador, ha tomado una decisión complicada, pero lógica, coherente y acertada…
Después de la suspensión del viernes, el torneo seguirá disputándose a 72 hoyos, jugándose el domingo las dos últimas rondas
Para ello ha sido necesario, eso sí, recortar el número de jugadoras presentes en la tercera y cuarta ronda. Así, un corte previsto de 65 y empatadas pasará a ser de 50 y empatadas, aunque la bolsa de premios alcanzará a la cifra inicial de 65 y empatadas.
El hecho de reducir el torneo a 54 hoyos atentaba directamente contra la idea de prestigio que se está tratando de dar a esta cita. Primer acierto. Y la posibilidad de jugar una cuarta jornada el lunes tampoco hubiera sido demasiado adecuada pensando en los aficionados, que a buen seguro se darán cita el domingo a millares. Además, de alguna manera, se preserva también el espíritu deportivo y la tradición.
Las jugadoras que pasen el corte mañana serán ordenadas el domingo para la tercera ronda según la clasificación, como es habitual, pero se mantendrán los mismos grupos en la cuarta ronda, consiguiendo de este modo que el poco tiempo de descanso entre vuelta y vuelta sea el mismo para todas las jugadoras. Una situación que recuerda, desde luego, a aquellos Open Championship de finales del XIX y principios del XX, cuando era habitual la disputa de 36 hoyos durante el último día de torneo.
El viernes ha sido largo y aburrido, no cabe duda. Las jugadoras estuvieron esperando hasta las dos de la tarde, hora en la que se confirmó la suspensión definitiva de la jornada. Algunas han tratado de mantener cierta rutina, a pesar del viento, trabajando en la el campo de prácticas y el putting green, pero han sido las menos. Y lo cierto es que, como ya se ha comentado esta misma semana, varían sensiblemente los criterios acerca de si interesa o no trabajar en semejantes condiciones…
Todas las jugadoras que llegaron a salir al campo esta mañana (recordemos que los resultados hasta la suspensión han quedado anulados) estaban plenamente de acuerdo: no se podía jugar. Las bolas se movían en los greenes y no hay más que hablar. Y no sólo en el del hoyo 13, el más expuesto del campo, aunque la situación allí resultaba casi ridícula… ¿Fue un error sacar a las jugadoras al campo? La organización alega que el viento ganó en intensidad de un modo inesperado, sobrepasando el límite, aunque de algún modo ha reconocido también su error al anular los resultados que se habían dado hasta la suspensión. En ese punto, desde luego, no es prestigio lo que gana un comité ejecutivo, pero de todo se aprende…
La situación de las jugadoras españolas apenas cambia con el cambio en el corte, porque el +4 de Azahara Muñoz y Carlota Ciganda estaba fuera de todos modos, aunque se complica un poco más la situación. Ahora mismo el límite lo marca el +2 de Belén Mozo (puesto 42º), pero el corte puede irse mañana tranquilamente hasta el +4 ó +5 si se cumplen las previsiones. que muestran una jornada ventosa, pero sin acercarse a los extremos de hoy, mucho más parecida a la del jueves. Sea como sea, todas ellas, incluida Beatriz Recari, la mejor situada con su acumulado de PAR, saben que necesitan moverse en torno a esa tarjeta de 72 golpes para mantenerse en la pelea y arriba. A Tania Elósegui sí se le complica mucho más, puesto que tiene que venir desde muy atrás después del 81 de la primera jornada.
