No hay localidades
El golf ha calado plenamente en el programa olímpico, a tenor de lo visto por la respuesta de público (15.000 personas asistieron en directo a la última jornada). Se vendieron todas las localidades puestas a la venta y el día soleado contribuyó a que el colorido fuera la nota predominante, con banderas de todos los países y los aficionados vibrando con cada golpe. Sin duda, la semilla del golf va a calar en Brasil de cara al futuro.
Muchos españoles por el campo
Algunos de los seguidores más activos fueron los dos centenares de españoles que se repartieron entre los partidos de Sergio García y Rafa Cabrera. Entre ellos se encontraban algunos representantes de las delegaciones de rugby y atletismo, que aprovecharon para fotografiarse con Azahara Muñoz y Marta Figueras-Dotti
Gary Player, como una estrella más
A pesar de no existir una gran cultura de golf en Brasil, los aficionados sí que están al tanto de quiénes son las estrellas de este deporte. Y de las que fueron en su momento. Solo hay que ver el baño de multitudes que se ha dado el capitán sudafricano Gary Player cada uno de los días. Pasaba por la zona de recogida de autógrafos y le hacían tantas peticiones como a los propios jugadores, al grito de «Gary, Gary». Y el octogenario, siempre sonriente, les atendía sin ninguna prisa. Genio y figura.
Glen y Mike, dos españoles más
Los caddies de Sergio García (Glen Murray) y Rafa Cabrera (Mike Batty) están encantados de su experiencia olímpica. Y eso que al principio les resultaba un poco extraño verse con la bandera española en la gorra. «Era curioso, porque los miembros de la delegación me hablaban en español y les sorprendía que yo no lo hiciera, pero luego les explicaba mi tarea con Rafa y todo se aclaraba… Al tercer día ya estaba integrado con todos y he disfrutado al máximo con los éxitos de vuestros deportistas», confirmaba Batty. Murray, por su lado, reconocía que «después de quince años con Sergio ya me siento medio español. He estado cantidad de veces en España, me encantan la cultura, la comida, las gentes… no puedo decir que me haya sentido extraño por animar a los españoles estos días».
