Carlota Ciganda (-2) y Azahara Muñoz (+5) se han despedido este viernes de cualquier opción de medalla en el torneo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Las golfistas españolas necesitaban una tercera jornada espectacular para darse alguna opción en los últimos 18 hoyos pero no ha podido ser. La navarra ha conseguido jugar bajo par, con una tarjeta de 70 golpes, pero ha sido insuficiente, mientras que Azahara ha hecho 73 golpes.
La constante de la vuelta de Carlota ha sido similar a lo que ocurrió en el día de ayer. Ha estado demasiado inconsistente, muy intermitente. Ha tenido momentos muy buenos, como el parcial de cuatro bajo par entre los hoyos 5 y 7 con dos birdies y un eagle, el segundo de la semana para la navarra, en la parte final de su vuelta (empezó por el 10), pero también ha cometido varios errores, como en los hoyos 17 y 18, donde no lograba hacer la recuperación desde el bunker.
Precisamente, con ese parcial de cuatro menos en tres hoyos Carlota logró salvar los muebles de una ronda que iba cargando de golpes de manera muy negativa. Llegó a ir +2 en el total, tres sobre el par en el día. Al menos, ha logrado ganar al campo. Su balance de hoy es de tres birdies, un eagle y cuatro bogeys. No ha estado muy fina desde el tee y a partir de ahí han venido los problemas. Cuando la pone en calle suele ser opción de birdie, pero toca sufrir si falla. Lo más positivo es que se sigue mostrando muy acertada con el putt, por lo que si encontrara algo en su swing de aquí a mañana que le diera más solidez aún puede meter una vuelta muy baja.
Azahara, por su parte, ha sufrido muchísimo con su juego largo. De hecho, ha firmado un gran 73 después de cazar únicamente tres calles y ocho greenes. La vuelta se le ha puesto muy cuesta arriba y ha estado gran parte del tiempo salvando el pellejo. Eso sí, hay que decir que lo ha dado todo y no se ha dejado llevar por muy lejos que estén las medallas. En actitud es un diez.
Así las cosas, España seguirá sin sumar una medalla en golf en unos Juegos Olímpicos y se marcha de Tokio con un balance más pobre que el de Río de Janeiro, donde al menos se sumaron dos diplomas con el quinto puesto de Rafa Cabrera Bello y el octavo de Sergio García.
