Sin torneos que llevarse a la boca, el mundo del golf estaba expectante estos días con las posibles decisiones que el Comité Olímpico Internacional, reticente a aplazar los Juegos de Tokio, pudiera tomar. Y la lógica parece empezar a imperar, en vista de la trascendencia a nivel mundial que está teniendo la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
El COI, después de rechazarlo en infinidad de ocasiones, «baraja distintos escenarios para los Juegos, incluido el cambio de fecha, es decir, el aplazamiento». Aunque en el comunicado emitido hoy por su Junta Ejecutiva deja claro que se tomará cuatro semanas para tomar una decisión definitiva, después de estudiar todos los aspectos que puedan tener influencia en su decisión.
«Hay mejoras significativas en Japón y esto podría fortalecer la confianza del COI en los anfitriones japoneses para, con ciertas restricciones de seguridad, organizar los Juegos Olímpicos en el país, respetando su principio de salvaguardar la salud de todos los involucrados», dice el COI dejando abierta una opción de que se disputen en la fecha programada.
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Sin embargo, afirma a su vez que existe «un aumento dramático en los casos y nuevos brotes de COVID-19 en diferentes países en distintos continentes. Esto llevó a la Junta Ejecutiva a la conclusión de que el COI debe dar el siguiente paso en su planificación de escenarios». Una decisión razonable teniendo en cuenta que infinidad de deportistas no están pudiendo entrenarse por la restricción de movimientos en muchos paises.
Lo que está clarísimo es que «la cancelación no está en la agenda» del COI. Así que, aunque «las vidas humanas tienen prioridad sobre todo, incluida la organización de los Juegos, y el COI quiere ser parte de la solución», en caso de no poder disputarse este verano, la organización tratará de buscar una nueva fecha para celebrarlos, en ningún caso valora una cancelación total.
