Este jueves arranca el Chevron Championship, primer Grande de la temporada, el Masters de Augusta en versión femenina. Es el ANA Inspiration o Kraft Nabisco de toda la vida, aunque este año ha cambiado de nombre por la irrupción del nuevo patrocinador. Se juega, por tanto, donde siempre, en el Dinah Shore Tournament course, en el Mission Hills Country Club, en Rancho Mirage, California.
Es el primer Major de la temporada y llega con una novedad mucho más importante para el golf español que ese sustancial cambio de nombre. Será el primer Grande en muchísimo tiempo al que ninguna española llegue metida en el top 50 mundial. Ha pasado tanto tiempo como que la última vez que ocurrió fue en el US Open de 2010. Es decir, han transcurrido casi doce años y 53 Grandes consecutivos donde al menos hemos tenido a una jugadora en el top 50, la mayoría de las veces a dos y en varias ocasiones a tres.
Carlota Ciganda, mejor golfista española en el ranking mundial en la actualidad y única representante de la Armada en el Chevron, ocupa esta semana el puesto 51º. Justo ha caído dos posiciones en la última actualización del ranking justo antes del Grande. Se puede pensar, por tanto, que ha sido circunstancial, pero desde luego es muy significativo.
Con la retirada de Beatriz Recari y la flamante maternidad de Azahara Muñoz, el golf español de máxima élite ha perdido pujanza en los últimos tiempos. Carlota, que llegó a ser top ten mundial en 2019, tampoco atraviesa por su mejor momento de resultados, sin que tampoco sea malo, pero sí insuficiente para meterse en ese primer corte de las mejores que supone el top 50.
Esta circunstancia, llegar a un Grande sin ninguna española entre las 50 mejores del mundo, que ojalá sea puntual, nos debe servir también de lección para valorar los años y años de éxito que han brindado para el golf español ese trío formado por Carlota, Azahara y Beatriz. Se llega a pensar que es algo natural y va a estar siempre ahí, pero ya sabemos lo difícil y competitivo que es golf y lo que cuesta mantenerse durante años entre las mejores del planeta, compitiendo contra imperios como el coreano, el norteamericano y en los últimos tiempos el tailandés.
Como hemos dicho, España llevaba 53 Grandes consecutivos con al menos una golfista dentro del top 50 mundial, pero es que en ocasiones hemos tenido hasta tres. Concretamente, ha sucedido cinco veces, récord histórico de nuestro golf desde que, obviamente, se creó el ranking mundial femenino en 2006.
Esas cinco veces fueron consecutivas: el Kraft Nabisco, LPGA Championship, US Open y British Open de 2013 y el Kraft Nabisco de 2014. El mejor reflejo de este poderío del golf femenino español en aquellos momentos fue la conquista, precisamente en 2014, del Crowne International, el mundial absoluto de golf por países.
Del mismo modo, será la primera vez en mucho tiempo que sólo haya una española en un Grande. Desde el US Open de 2015 hemos tenido al menos a dos representantes en cada una de las grandes citas, o lo que es lo mismo, 33 Majors consecutivos. Esta semana Carlota estará sola ante el peligro. Cierto es que la navarra no llega en su mejor momento, pero siempre hay que meterla en el saco de candidatas al triunfo.
El British Open de 2010, que ganó la taiwanesa Yani Tseng, absoluta dominadora del golf femenino en aquel momento, fue la primera vez en la que una española llegó a una de las grandes citas dentro del Top 50 mundial desde que empezó el ranking en febrero de 2006. La protagonista fue Azahara Muñoz, que sin saberlo estaba haciendo de algún modo historia para el golf español. La malagueña llegó a esa cita en el puesto 47º y quedó en el torneo en la posición 19º.
También Azahara Muñoz era la mejor española del ranking mundial en el US Open de 2010, al última vez que España se presentó a un Grande sin una Top 50 del mundo. La golfista de San Pedro de Alcántara era 58º y también estaban en el top 200 Tania Elósegui (125), Beatriz Recari (139) y María Hernández (197).
Parece por tanto que Carlota Ciganda tiene por delante el más difícil todavía. España aún no ha ganado ningún Grande femenino en su historia y, desde el punto de vista del ranking mundial, no llegaba más debilitada a una cita de este tipo desde 2010. Carlota contra todo. Más alicientes si caben para la navarra.
