Amy Olson sueña con birdies, ganar torneos y llenar su palmarés con ‘Majors’. Sin embargo, lo que le obsesiona son los pozos. Pozos mecánicos. Pozos que salvan vidas. Lo de ganar torneos lo descubrió hace más de cinco años, cuando destacaba en la NCAA defendiendo los colores de la universidad en su Dakota del Norte natal. Entonces, se le conocía como Amy Anderson, su apellido de soltera. Lo de los pozos lo supo hace tres, durante un viaje iniciático a África.
La familia Anderson siempre ha sido muy religiosa y la vinculación de Amy con su iglesia ha sido muy estrecha. Siempre que podía ayudaba, echando una mano o con aportaciones económicas. En 2015 decidió ir un paso más allá tras conocer a Betsy King, una de las mejores golfistas de la historia. Además de brindarle algún consejo sobre cómo preparar los torneos, le habló de su fundación, Golf fore Africa. Amy, golfista con alma de misionera, vio el cielo abierto. Por fin, podía cumplir su sueño de conocer África.
Día aciago de Carlota y sorprendente liderato de Amy Olson
En diciembre de 2015 viajó a Johannesburgo y Zambia para conocer los trabajos que llevaba a cabo esta fundación y le cambió la vida. “He tenido mucha suerte en la vida. Me ha tocado la lotería por haber nacido donde lo hice y quiero ayudar a los que no han tenido tanta fortuna. Me sentiría egoísta si me quedara encerrada en mi confortable reino. Quería hacer algo que pueda quedar para la posteridad”, aseguraba este mismo año durante la semana del ANA Inspiration.
Con esta convicción y espíritu se dio cuenta de que una de las grandes necesidades de África era el agua potable. Así, se puso manos a la obra para construir pozos mecánicos de agua. “No nos damos cuenta de lo mucho que podemos hacer con muy poco. Las organizaciones que ayudan en África han hecho las cuentas y si se mantienen este ritmo de ayudas y construcciones de pozos, en 2030 podríamos haber acabado con el problema del agua en la zona”, señala.
Olson ha dedicado su vida en los últimos años a buscar la manera de hacer birdies y a recaudar dinero para construir pozos. Ella misma dona una parte de sus ganacias a esta labor y es una de las principales impulsoras de iniciativas para captar posibles inversores. Para ello también sabe que jugando bien al golf puede salvar vidas. En el ANA Inspiration hubo muchísima gente que donó dinero a su causa tras verla en televisión con la gorra donde lleva la publicidad de Golf fore Africa. Esta semana en el Evian ha vuelto a poner a África en la diana del prime time. Una victoria en Francia supondría una cascada de miles y miles de dólares, más allá de lo que ella misma donaría. Hay que recordar que el Evian es el segundo torneo femenino mejor dotado económicamente después del US Open.
Esta es la bonita historia solidaria de la actual líder del Evian Championship, una jugadora que mañana vivirá la presión propia de salir líder de un ‘Major’ a falta de 18 hoyos, aunque realmente su gran obsesión y lo que le quita más el sueño es cómo conseguir dinero para conseguir más pozos mecánicos.