Hace cinco años que Paula Creamer no gana un torneo. El mismo tiempo ha pasado desde la última vez que hizo un top ten en un Grande. En los tres últimos años apenas ha terminado dos veces entre las 10 primeras y en 2019 ha fallado seis cortes en trece torneos. Llegó a ser Número 2 del mundo en el primer ranking oficial que se estableció en febrero de 2006, sólo por detrás de la gran Annika Sorenstam, y ahora es la 156º.
La Pantera Rosa, apodo con el que es conocida prácticamente desde su debut allá por 2003, ha vuelto a sacar las uñas hoy en la primera ronda del Evian Championship después de años en caída libre. Ha comenzado con una ronda de 64 golpes, curiosamente la tarjeta más baja de su carrera en un ‘Major’. Y ojo porque esto no es poca cosa. A sus 32 años está jugando el Grande número 66 de su carrera. Tenía que ser ahora, precisamente, cuando menos se esperaba.
Un mal drive empaña un buen inicio de Carlota en el Evian
Creamer ha firmado una vuelta de siete bajo par sin bogeys y encabeza una clasificación del Evian donde muchos ‘peces gordos’ se han colocado arriba de inicio. Por ejemplo, a un golpe están Inbee Park y Jin Young Ko, a dos se han situado Melissa Reid y Jennifer Kupcho y a una distancia de tres se encuentra la Número 1 del mundo, Sung Hyun Park. Hay que destacar, además, la vuelta de My Hyang Park (-6), el mejor resultado de la tarde.
Evian Championship: horarios y dónde ver en directo por televisión
Creamer es una golfista con mucho mas tirón mediático de lo que cabría suponer por su palmarés. No es pobre, ni mucho menos, pero no está a la altura, seguramente, de la consideración que tiene, especialmente en el LPGA. Ha ganado diez torneos del LPGA y tiene un Grande en su vitrina, el US Open de 2010. El mejor momento de su carrera fue entre los años 2007 y 2012. En los 24 Grandes que disputó sumó trece top ten, una victoria y cinco top 3. Era una de las golfistas que siempre llegaba como favorita a las grandes citas.
En el Evian el rough no hay que verlo ni en pintura…
Sin embargo, de un tiempo a esta parte había perdido su toque y su glamour. Pasaba desapercibida en el LPGA, aunque siempre ha sido una fija para la Solheim Cup. Si no se clasificaba, era elegida a dedo. Siempre ha mostrado mucho carisma y determinación en los enfrentamientos contra Europa, hasta el punto de ser una especie de Patrick Reed en versión femenina. Ha jugado todas las Solheim desde 2005 (siete ediciones), ganando el 75 por ciento de los puntos que ha jugado, una barbaridad. Es su competición fetiche y parece que justo al calor de la próxima Solheim, que se disputa en el mes de septiembre, ha recobrado el empuje.
Un cambio significativo en el Evian que va a dar mucho juego
Hay que decir que esta ronda espectacular no es flor de un día. Creamer lleva jugando bien algunas semanas. De hecho, ha jugado por debajo de 70 golpes en diez de las últimas doce rondas que ha jugado, aunque cuatro de ellas ha sido en una competición por parejas.
Queda por ver si conseguirá mantener este ritmo durante cuatro días, aunque conviene recordar que ya ganó este torneo cuando se llamaba Evian Masters y no era un Grande. Fue en 2005, hace ya catorce años. Por cierto, su último triunfo lo logró metiendo un putt increíble en el desempate del HSBC Women Champions de Singapur ante la española Azahara Muñoz.
