La presencia de José María Olazábal en Augusta ha provocado un enorme abanico de reacciones, positivas todas, entre los aficionados y especialistas norteamericanos. El vasco es muy querido allí. Querido y, sobre todo, respetado…
Es curioso comprobar, por ejemplo, cómo se comenta en la trastienda del Augusta National que sólo Chema es capaz de derrotar a este campo por 'goleada' de entre los jugadores con su perfil: a la vieja usanza, veterano y no especialmente pegador (aunque Olazábal la pega hoy mucho más duro y largo que cuando ganó su último Masters en 1999: cosas del nuevo material y de su trabajo en el gimnasio).
Todos los analistas dan como gran favorito, por supuesto, a Tiger Woods. No puede ser de otra manera. Pero en la página del PGA Tour se llevan las 'porras' especializadas y es curioso comprobar cómo aparece el nombre de Olazábal en varias.
Lo hace en el apartado de 'outsider' o sorpresa, que ya es bastante. Entre todos los analistas, y según sus 'predicciones' a lo largo del año, se establece una clasificación que a final de temporada designa al mejor vaticinador o al que tiene más ojo. O sencillamente al que sabe más… Scott Pianowski marcha segundo en esa lista, es así pues el segundo que más acierta, y él da a Olazábal como posible ganador. "No estuvo nada mal en Houston y sabe perfectamente cómo hacerlo en Augusta", explica brevemente.
Helen Ross es otra de los analistas de prestigio de Pgatour.com (son diez en total y los diez dan a Tiger… Tontos no son). Ella ocupa la cuarta posición… Y también da a Olazábal. Llama aún más la atención cómo sale citado Bernhard Langer, el alemán incombustible, con sus 50 años cumplidos el pasado verano.
Y hay algo que llama aún más la atención y por lo que quizá hay que empezar a frotarse las manos… El nombre de Sergio García no aparece por ningún lado. No hay mejor síntoma que éste tratándose del castellonese. De hecho, nos recuerda a lo que ocurrió en los días previos al último British. Sergio ha repetido la estrategia de Carnoustie: se deja ver poco, está muy centrado en lo suyo, rodeado de familiares y amigos, aislándose de todo lo que no sea golf, paz y tranquilidad.
De momento, seguro que Sergio habrá respirado tranquilo al conocer que los dos primeros días no va a jugar junto al norteamericano Boo Weekley. Este hombretón de la norteamérica profunda, que se jacta de su escasísimo 'fondo de armario' cultural, campechano, excelente jugador e incansable mascador de goma (¿o será tabaco?), es gafe para García: el año pasado fue su marcador en cuatro ocasiones y en tres de ellas se equivocó con la tarjeta del español…
La única que llegó a firmar Sergio le costó la descalificación en el PGA, el cuarto 'major' del año; en las otras dos el de Borriol llegó a darse cuenta del error antes de firmar. Madre mía. Para colmo, fue Weekley quien le eliminó en el Accenture match play, embocando desde fuera de green cuando el español se estaba recuperando en el marcador. Lo dicho, un cenizo para nuestro jugador.
