Miguel Ángel Jiménez ha firmado en la caseta del 18 de Augusta una tarjeta para enmarcar, la mejor del último día del Masters. Se ha hecho un 68, cuatro bajo par en el día, y ha terminado octavo en una remontada descomunal. Empezaba el día en el puesto 35 con +3 y ha acabado con -1…
Hay que quitarse el sombrero con Jiménez. El malgueño lo ha hecho en el día más difícil del Masters, no sólo por el viento, que ha estado apretando de lo lindo, sino por la presión añadida que tiene la ronda final.
Miguel comenzó la ronda con un bogey en el hoyo 5, le siguió un eagle impresionante en el hoyo 7, uno de los más difíciles de Augusta este año, y tres birdies para acabar, en el 13, 14 y 18. Espectacular el chip que ha embocado para birdie en el último hoyo de Augusta. El putter ha sido el gran aliado de Jiménez, ya que ha terminado con sólo 24 putts, mientras que ha cogido 10 greenes en regulación.
Y decimos que nunca es tarde para hacer una vuelta tan buena porque este resultado tiene muchísimas lecturas positivas.
Para empezar, ha sido su mejor resultado en el Masters. En 2002 fue noveno, un año, por cierto, fantástico para los españoles ya que Sergio García fue octavo y Olazábal cuarto. En 2001 fue décimo, por lo que este es su tercer top ten en Augusta.
Es su décima participación en el Masters y estos 68 golpes igualan su mejor tarjeta de siempre en Augusta, lograda en el año 2001. La de hoy hay que considerarla más brillante, pues estamos ante un campo mucho más largo que hace siete años.
Además, esta remontada le va a suponer un impulso importante en la clasificación del Orden de Mérito europea y en sus opciones de jugar la Ryder Cup de Valhalla.
Otro dato clave. Al quedar entre los 16 primeros, Jiménez se gana directamente el derecho a jugar el Masters de 2009.
Hay que recordar que Jiménez ya ha ganado un torneo esta temporada, el Open de Hong Kong, por lo que podemos estar ante un gran año del ‘Pisha’.