Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2009 Últimas reflexiones tras un gran Masters (I)

Últimas reflexiones tras un gran Masters (I)

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– Dicen los especialistas y buenos conocedores del Augusta National que los resultados de esta edición han confirmado la tendencia esbozada: hay que jugar más con las posibilidades que da el recorrido (banderas y cambios en los tees, sobre todo), y frenar aquella huída hacia adelante: metros y más metros…

– Este año ni siquiera se ha rozado el récord del campo que sigue en 63 (Chad Campbell y Anthony Kim firmaron sendos 65), pero se ha batido el récord de birdies (11, Anthony Kim); se ha igualado el mejor registro de los nueve primeros hoyos (30 golpes, Mickelson el domingo) pero el ganador no ha batido el récord total: Cabrera, Perry y Campbell sumaron 276 golpes, por los 270 de Woods en 1997. Dicho de otro modo: se fomenta el espectáculo, salvaguardando el ‘amor propio’ del campo. Y todos tan contentos.

– Año tras año, ‘major’ tras ‘major’, volvemos a sorprendernos sobre cómo afecta la tensión y la ansiedad a un jugador en la hora de la verdad. Perry tenía ganado el Masters al salir del hoyo 16 y su swing, una auténtica máquina de repetición, se descabaló en cuanto el veterano norteamericano olió de verdad la chaqueta verde (bogeys en el 17 y 18).

– Más ejemplos: el segundo golpe de Cabrera en el hoyo 72 del torneo fue terrorífico: no llegó a green después de una salida monstruosa al centro de la calle. Pero claro, fue en ese momento, viendo a Perry en problemas, cuando realmente entendió que podía meterse de nuevo en la lucha por el triunfo. ¿Y qué me dicen de los segundos golpes de Perry y Campbell en el primer hoyo de desempate, con Cabrera en el bosque? Ninguno de los dos fue capaz de llegar al green…

– Fíjense en el propio Tiger Woods. Después de una jornada muy complicada al fin se desata: birdies en el 14, 15 y 16, un acumulado de -10 y dos hoyos por jugar. Él sabía que necesitaba los dos birdies, o uno como mínimo… Pero se aceleró, perdió el ritmo y encadenó un error tras otro para acabar con dos bogeys. Sí, sí, el inmutable Woods. El mismo que no ha ganado ninguno de sus catorce grandes sin salir como líder el último día… Aquí hay para todos, incluso para el indiscutible número uno. Ahora veámoslo desde otro punto de vista: Tiger es el único capaz de acabar sexto con un juego muy limitado: irregular en las salidas, errático con los hierros, extrañamente impreciso con el putter… Y sexto.