Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2009 Últimas reflexiones tras un gran Masters (II)

Últimas reflexiones tras un gran Masters (II)

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– Un casi cuarentañero (Cabrera) se juega finalmente el Masters con un casi cincuentañero (Perry). Los detractores del golf te miran, sonríen y te espetan: «ahí lo tienes, el primer Grande del año y se lo están jugando dos abueletes». No saben que en este insulto se encierra la magia y el misterio de este deporte, el único en el que la juventud en sí misma, igual que el sexo e incluso el nivel de juego, no tienen por qué marcar diferencias decisivas; el único deporte que dispone de recursos y resortes para que así no sea…

– La rabia de Sergio García y Álvaro Quirós. Lo de Sergio viene de lejos: no le gusta el campo, no lo entiende y se siente ‘incomprendido’ por él… Lo de Álvaro ha sido un ‘flechazo’ a primera vista, pero un flechazo envenenado en el estómago.

Sólo hay dos opciones:

1. Puedes rendirte definitivamente cada año en el mes de abril. Y no pasa nada: al fin y al cabo, de los miles y miles de extraordinarios jugadores que ha dado la historia del golf, el Masters sólo lo han ganado 45 de ellos en 73 ediciones.

2. O puedes transformar esa rabia en energía positiva y entender la cita como un gran reto que pone al límite tu juego y tu equilibrio emocional. Ese ‘toque masoquista’ es moneda corriente en el deporte de élite.

– Miguel Ángel Jiménez quiere ganar el Masters, pero no sólo por la gloria que concede incluirlo en el palmarés, que también, sino por adquirir así el derecho de ir a jugarlo todos los años. Y alquilar la casita, y llevarse a los amigos… Pero sobre todo por competir junto a los mejores, medirse con ellos. No olvidemos nunca esto, por lo que ustedes más quieran: entre habano y habano, entre mus y mus, el malagueño es sobre todo un furibundo competidor.

– Pues no, Olazábal no fue de paseo a Augusta. Se quedó a un golpe del corte y nosotos con las ganas de verlo jugar más. Con Chema la ecuación es sencilla: si su perversa enfermedad remite, volveremos a verlo de nuevo un domingo en Augusta luchando por su tercer Masters. Mucho más con el giro ya comentado, regresivo y ‘romántico, que han dado los rectores del Augusta National en la preparación del campo.