«Todo se arregla con una victoria». Álvaro Quirós no está dejando pasar su mal momento de juego y resultados en balde. Se está haciendo más fuerte psicológicamente. No hay duda. Por eso, al mal tiempo le pone buena cara. No pasa el corte en el Masters. Es un palo. Hay que encajarlo, pero siempre con un actitud positiva y vitalista, sin castigarse más de lo debido, y mucho menos fuera de la cancha de prácticas…
Augusta, de momento, se le atraganta al jugador de Guadiaro. No le entra por el ojo, por mucho que su extraordinario talento le permitiera arrancarle de las entrañas un sideral ‘65’ el año pasado. Hasta hoy es una gota de agua en el desierto. Pero Álvaro lo encaja con deportividad, buen humor y ganas de revancha. “Lo más positivo de este Masters es que es el cuarto que juego y por mucho que las cosas no salgan, el objetivo sigue siendo el mismo: ganar aquí. Todo se arregla con una victoria. Si no paso quince cortes seguidos, pero gano en el que hace dieciséis, bien está. Nadie se va a acordar que no pasé quince cortes…”, asegura Quirós.
El golfista andaluz llegó a Augusta convencido de su juego. Sin dudas. “La semana pasada entrené muy bien y le pegué a la bola fenomenal, en todos los aspectos, pero no he sido capaz de poner en práctica durante el torneo. He ido otra vez remando todo el tiempo. Es un campo que te exige mucho y en cuanto tienes interferencias mentales lo pagas caro. Y yo ahora mismo estoy muy frágil. Pego golpes muy buenos y otros muy malos y en un campo donde no puedes fallar por el lado malo no puedes andar con tanta fragilidad. En otro campo, mi pegada me sirve de escudo para protegerme, hacer resultado y estar arriba, pero en Augusta no es suficiente”, explica sincero.
Y eso que Álvaro vio hoy una puerta abierta por donde meterse mediada la vuelta. “Estaba viniendo bien, pegándole bien, pero el torneo se ha acabado en el hoyo 12. Se me ha quedado el golpe de salida en una zona delicada, muy mojada y he pegado dos papas literales. Doble bogey y se terminó”, señala.
Quirós jugará la próxima semana en Malasia y su siguiente cita será el Open de España. ¿Será allí dond encuentre finalmente la buena línea de juego? “La verdad es que no estoy cerca de nada. Ando en una lucha constante conmigo mismo y así es muy difícil”, apunta.
