El golf español afronta este fin de semana otro reto descomunal. Sergio García y Miguel Ángel Jiménez tienen el liderato del Masters de Augusta a tiro. Se han ganado el derecho a luchar por la victoria y la gloria. Pero a falta de 36 hoyos no son menos de treinta los candidatos, y eso si contamos sólo a quienes se encuentran en un margen de cinco golpes. Porque alguno más podría subirse al carro (¿Tiger, Donald, Schwartzel, Scott?)…
Y como cualquier ayuda es poca, quizá sirva de inspiración a la Armada una emocionante efeméride. Hoy, sábado 7 de abril de 2012, se cumplen exactamente 35 años de la primera ronda de competición oficial que Severiano Ballesteros jugó en el Augusta National. Ocurrió el 7-4-1977, dos días antes de que el gran campeón cántabro cumpliera 20 años.
Seve siempre aseguró que fue invitado al torneo aquel año gracias a una carta que Johnny Miller envió a Clifford Roberts, uno de los co-fundadores del Augusta National y presidente del exclusivo club en aquellos tiempos. Según contaba el cántabro en su autobiografía, en la carta Miller le explicaba a Roberts que Seve era «un chico español que estaba jugando muy bien, que acababa de quedar segundo detrás de él en el Open Británico de Royal Birkdale (1976), y que tenía un futuro prometedor». Brillante Miller.
A este chico español, salvajemente autodidacta y con un carisma arrebatador, lo emparejaron además con un tal Jack Nicklaus en su ronda de estreno, que en aquel momento había ganado ya sólo cinco chaquetas verdes.
Una auténtica locura, si lo pensamos bien. Por su edad, por su condición de pionero… «Un chaval de pueblo, de Pedreña, que vino aquí e hizo lo que hizo», recordaba esta semana Gonzalo Fernández Castaño.
Hoy hace justo 35 años que Severiano pegó un drivazo en el primer tee del Augusta National bajo la atenta y expectante mirada de Nicklaus, y después ambos se alejaron caminando por la calle del hoyo 1 charlando «en mi precario inglés», recordaba Seve.
Hoy hace 35 años que, asimismo, el mozo de Pedreña le hizo un birdie a ese primer hoyo. ¿Saben cómo? Que lo cuente él: «arranqué pegando un buen drive. El segundo golpe ya no fue tan bueno porque ataqué la bandera, que estaba en el fondo del green, y lo voleé. Me quedó un chip casi imposible para dejar la bola cerca de la bandera, pero a pesar de esa dificultad, la metí para birdie…»
Nicklaus avisó a Seve durante aquella ronda: «este es el tipo de campo que hay que jugar varias veces para saber cómo afrontarlo», le dijo. Pues bien, Seve terminó pasando el corte a pesar de un terrible triple bogey en el 18 del viernes. Y el sábado, el día de su vigésimo cumpleaños, se regalaba su primera vuelta bajo par en el coloso de Georgia (70 golpes, y a otra cosa).
