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Sergio termina la pelea sin guantes

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Sergio García (par) ha librado un combate a cara de perro contra el Augusta National. El español tiene cuentas pendientes con este campo, pero no está por la labor de resignarse. Cada año resetea, se remanga y trata de buscarle las cosquillas a un Major que se le resiste, más allá de que su extraordinaria calidad le haya permitido sumar algunos buenos resultados…

Esta vez se subió al ring de Augusta decidido a tumbar a su oponente. Empezó con dos birdies, enbalado, pegando tiros milimétricos desde el tee y dejando a un lado esa infección en un dedo de la mano izquierda que aún le provoca algunas molestias. La tarde se estaba poniendo fea en lo meteorológico, pero Sergio andaba jugando como la seda. Dominaba el combate.

El primer directo de Augusta llegó en el hoyo 6. Es un campo que siempre responde. Se puede dejar dominar, pero en cuanto su oponente baja la guardia, lanza un mandoble. Doble bogey doloroso, pues su golpe, por encima de la bandera del 6 no había sido malo. Asumió riesgo, pero no fue extraordinario por muy poco.

A partir de ahí, la lucha se decantó del lado de Augusta. Cayó otro bogey en el nueve y Sergio se tambaleaba. Quizás otras veces habría bajado los brazos, pero ahora no. El de Borriol tiene recursos para devolver el golpe y seguir en pie. El ataque fue demoledor. Tres birdies consecutivos en el 13, 14 y 15. Otra vez en el top ten del torneo. Otra vez mandando. Pegando y moviéndose. Perfecto.

Pero Augusta aún conectó dos derechazos dolorosos. Bogey en el 16 después de que la bola se quedara injugable en el búnker y bogey en el 18 tras una buena sacada de búnker y un putt de par errado de apenas metro y medio. Augusta volvía a dejar heridas. Sergio acababa la pelea sin guantes, literalmente. Y es que a partir del hoyo 16 se puso a llover y el golpe de búnker del 18 lo jugó ‘a pelo’ para evitar desafortunados resbalones. Era un reflejo de la brava pelea que mantuvieron los dos contendientes.

El sabor de boca de Sergio García era, no obstante, amargo. Mucha lucha para poco premio. “Tengo un sabor más ‘agri’ que dulce porque he hecho demasiados regalos y eso es algo que no te puedes permitir en Augusta. Pero bueno, mañana será otro día”. Otra batalla.