Lee Westwood (-5) es el primer líder del Masters 2012. No es un candidato cualquiera en un Augusta National que este jueves mostraba una cara puñetera y resabiada. Había que jugar un golf muy serio para vencerlo. Casualidades, las justas…
Y si algo es el inglés como golfista de élite es precisamente eso, muy serio. Sólido y armado hasta los dientes desde que se pone sobre el tee del hoyo 1 y hasta que se va a la ducha. A nadie puede sorprender entonces su puesta en escena en un campo que desde el banderazo de salida ha penalizado severamente a quien no fuera capaz de dar lo mejor de sí mismo.
Lee vuelve a la carga. Un año más y un ‘major’ más. Noble y empecinado. Siente que este campo le va como anillo al dedo, y así lo ha repetido hoy después de firmar su 67, pero a la hora de la verdad, y en Augusta más que en ningún otro campo, la destreza en los greenes y alrededores volverá a marcar la diferencia. ¿Será esta vez, Lee?
La misma pregunta cabe para otros candidatos. Miguel Ángel Jiménez (-3), por ejemplo. Tiger lo despedía sobre el green del 18 con una sincera felicitación. Pisha, lo has bordado. Un solo error se llevaba anotado el malagueño, la salida en el hoyo 5. Pero tuvo la sangre fría de jugar el hoyo al bogey a partir de ese momento, y con bogey se fue. El único del día.
Algún revolcón de cuidado hay que apuntar ya a estas alturas. Luke Donald (+3), Adam Scott (+3), Phil Mickelson (+2), y hasta el mismo Tiger Woods (PAR) han pagado hoy el peaje de la inconsistencia. Tiger venía librándose del castigo a base de talento en una jornada muy irregular desde el tee. Pero al final fue cazado en el 17 y el 18. Ni que decir tiene que está metido de lleno en la pelea. Todos ellos en realidad lo están. Pero han gastado una bala si entendemos que en cualquier torneo de golf, y con más razón en un grande, el campeón sólo puede permitirse el lujo de una tarjeta gris.
Rory McIlroy (-1) comenzaba con un doble bogey en el hoyo 1 que lastró buena parte de su vuelta. Hoy no ha brillado, pero al norirlandés siempre parece quedarle una marcha más. Bien mirado, quizá ahora sea más candidato al triunfo que antes de comenzar la jornada si de verdad se confirma, como podría sospecharse, que el día tonto de la semana lo ha despachado con una vuelta bajo par.
Sergio García (PAR) sigue de lejos la estela buena. De nuevo, un doble bogey inmisericorde detrás de un gran comienzo. De nuevo un final de vuelta amargo en Augusta. Y de nuevo, de un modo u otro, metido en la lucha. A la Armada le espera mañana una jornada de trincheras. Gonzalo Fernández Castaño (+2) sale vivo y coleando de su estreno, y Álvaro Quirós (+6) ya no puede guardarse absolutamente nada en los greenes. Todo o nada.
