Sergio García no acabó contento la primera ronda del Masters de Augusta. Es imposible hacerlo tras firmar 74 golpes y, sobre todo, acabar con dos bogeys en el 17 y el 18 y tres en los últimos cinco hoyos.
Cada visita del jugador de Borriol a Augusta es una especie de combate, un intercambio de golpes entre un recorrido fiero que no termina de entrarle por el ojo y un golfista con una calidad más que sobrada para superar cualquier test. Esta vez, el primer asalto lo ha ganado Augusta.
García no se encontró cómodo ayer en ningún momento. Todos saben que se trata de un jugador de sensaciones y Augusta consigue descolocarlo de manera constante. Hay tiros desde el tee que no termina de captar con seguridad y confianza y ayer no anduvo fino con los hierros.
Pese a todo, el resultado no es malo y la actitud es fantástica. No pone peros a lo que refleja el marcador, mira hacia adelante y su única preocupación es que su swing no está en perfectas condiciones para un torneo de tanta exigencia.
Así las cosas, nadie debe dudar de que mañana Sergio es capaz de devolverle la moneda a Augusta. Se juega el segundo asalto, veremos quién gana.
