¡Hola a tod@s!
Os escribo estas líneas con un poco de pena por haber acabado esta semana tan increíble que hemos pasado. El resultado no ha sido el esperado, pero estar un domingo de Masters a las cinco de la tarde pateando en el 18 de Augusta sólo puede ser señal de que eres muy, muy bueno, y con eso debemos quedarnos. Poco a poco van saliendo las cosas, y es sólo cuestión de tiempo que cuadre una semana. Poco tiempo, estoy segura.
Os contaba esta semana lo emocionante que es el ambiente en este torneo, pero lo del domingo es algo fuera de lo normal. Vas andando entre hoyos y los rugidos del público hacen temblar el campo, ¡se te pone la piel de gallina de lo increíble que es!
La única pena de este torneo es no poder hacer uso de móviles o cámaras de fotos para inmortalizar estos momentos, porque es difícil explicarlo si no se ve. Y si no, que se lo digan a Óscar Díaz, periodista de Canal Plus y Crónica Golf, que pisaba el Augusta National por primera vez en su vida, y cada vez que nos lo encontrábamos tenía una sonrisa en la cara de oreja a oreja, ¡daba gusto verle!
Mañana lunes nos vamos Gon y yo al RBC Heritage en Hilton Head, un torneo que juega por primera vez y del que nos han hablado muy bien. ¡Hay que aprovechar que mis suegros están en casa para viajar un poco!
No quiero despedirme sin antes dar las gracias al Team Fernández-Castaño que nos ha acompanado esta semana: Edu, Nico, Carlos, Porti, Gabriela, Gus, Crescente, Mariano, Justo, mi suegro Gonzalo, Jose Carlos y Nacho, y por supuesto al gran Petu, que ha demostrado que además de ser un buen amigo ¡tiene una paciencia infinita conmigo! Gracias a todos por acompañarnos en una semana tan especial, nos hemos reido muchísimo y nos acordaremos toda la vida de estos días. Y, sobre todo, gracias a Gonzalo por hacerla posible, por demostrar que es un luchador nato y un jugador 10, y por hacerme sentir cada día más orgullosa de él.
¡Hasta la semana que viene!
