Una afirmación obvia de Gonzalo Fernández Castaño ante nuestra alcachofa: no existe una fórmula secreta para ganar un Grande.
Todos de acuerdo. Pero a lo mejor, él mismo, sin darse cuenta, o desde luego sin tener la intención de descubrir o formular nada, resulta que sí, que de aquella manera ya está arrojando luz a una esquina del misterio, y lo hace en poco más de tres minutos, los que van del 0,55 al 4,20 del vídeo.
No existen fórmulas secretas ni pócimas mágicas. Cierto. Y ocurre que hay jugadores que se encuentran con un Grande: su mejor semana cuadró en el momento oportuno y hasta puede que se aliaran otros factores, desde la intensidad del viento hasta los errores fatídicos de tus rivales. Muy cierto también. Pero siete de cada diez Grandes, cuantifiquémoslo así, venían ya de encargo. Estaban en proyecto. No hay fórmulas secretas, pero sí hay planteamientos que se acercan más a las puertas de la cámara del Santo Grial. Son muchos los candidatos al triunfo en un ‘major’, pero unos están más cerca que otros y está demostrado que no depende sólo del talento…
El simple hecho de preguntarle a Dave Stockton o al mismísimo Jack Nicklaus cómo se puede ganar un Grande te pone un poquito más cerca de ganarlo. Te arrima sólo unos milímetros, si ustedes quieren, pero te arrima al fin y al cabo. Y no por la pregunta en sí misma (ya hemos quedado en que no existen fórmulas secretas que resuelvan la cuestión) sino por lo que revela: un esbozo de plan, un objetivo, la intención y el deseo.
La captura de un Grande se sustenta casi siempre y sobre todo en una cantidad ingente de horas de trabajo bien aprovechadas y orientadas. A partir de ahí tampoco hay fórmulas secretas, sólo algunos trampolines adecuados. Como el de Gonzalo. El que casi de un modo inconsciente describe en esos 3,25 minutos, los que van del 0,55 al 4,20 del video…
