Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2014 “Olazábal peleará por una victoria este año, ciento por ciento seguro”

“Olazábal peleará por una victoria este año, ciento por ciento seguro”

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Peio Iguarán jamás olvidará esta semana junto a José María Olazábal. Recorrer Augusta con la bolsa al hombro de su amigo, maestro, y compañero, 31 años después de que se conocieran en el campo de prácticas de Jaizkibel, es una experiencia que vale casi una vida entera.

“Ha sido muy emocionante, aunque no haya sido el mejor de los resultados. Pasar el corte es un paso y me ha impresionado lo que he visto”, asegura este golfista profesional donostiarra que comenzó en las lides de caddie hace dieciséis años junto a Nacho Garrido.

Se marcha del Masters con la cabeza repleta de imágenes. “En televisión te haces una idea, pero no llegas a captar el movimiento de los greenes, lo exigente que es el campo alrededor de green, el ambiente, cómo vive José María el torneo, las atenciones, los espectadores… Es muy bonito y muy especial”, describe. No obstante, si una imagen manda por encima de todas es la de un Olazábal que paso a paso se está acercando a algo importante. ¿El tercer regreso a la élite? Por qué no… Verán que no es sólo una cuestión de fe.

Iguarán (San Sebastián, diciembre 1969) conoce muy bien a Olazábal. Pocos han estado tan cerca del golfista de Fuenterrabía durante diferentes épocas de su vida, a las buenas y a las malas. Es discreto y mide bien sus palabras, no habla por hablar, ni trata de agradar el oído del que escucha. Dice lo que piensa y piensa lo que dice. Por eso conviene escucharlo con pausa.

Lleva año y medio con la bolsa negra a la espalda y ha visto una evolución. Él lo tiene muy claro. “Estoy ciento por ciento seguro de que José Mari va a estar luchando al menos por una victoria esta temporada. Igual ahora no se ve, pero yo lo siento, y no lo digo por decir o quedar bien, si no lo pensara no lo diría”, asegura con un brillo especial en la mirada. Es un sentimiento, cierto, pero basado en certezas, en argumentos.

Conversar con Iguarán es embarcarse en un maravilloso viaje por el swing de Olazábal y su enorme sacrificio por ser nuevamente competitivo. “Lo que está haciendo no es nada fácil y hay que quitarse el sombrero. Él tenía un swing reducido y directo que estaba absolutamente integrado a su cuerpo y a su memoria muscular, como la uña a la carne. De un tiempo a esta parte entendió que debía cambiar para ser más competitivo y lo está haciendo. El objetivo es no tener un swing tan limitado y el camino es largo, pero cada vez está más cerca de integrarlo. Ahora hace golpes con los que ni siquiera soñaba hace un año. Pega tiros que antes directamente no tenía, no existían en su arsenal”, señala Peio, que conoció a Olazábal cuando apenas tenía trece años y empezó a jugar al golf, compartiendo partida, aún con hándicap 25, con el mismo Chema, José María Arruti y Jesús Mari Arruti. Casi nada.

Hasta aquí la teoría. Vamos con la práctica. Iguarán esboza una sonrisa cuando recuerda los drives de salida de los hoyos 13 y 14 el domingo. “José María los veía y no se los creía. Fueron golpes fabulosos, draws (efecto cerrando) perfectos, inmaculados, largos, bien pegados, con el efecto exacto, golpes que no podía hacer antes. Hay que darle mucho valor a lo que está haciendo y a lo que está logrando, cambiar con todo lo que ha pasado y las horas que ha echado con el anterior swing es muy complicado”, señala. En ambos hoyos, por cierto, el ganador de dos chaquetas verdes (1994 y 1999) hizo birdie.

Ilusiona escuchar a Iguarán porque convence. La felicidad de Olazábal saliendo el domingo de Augusta completa la escena. Por primera vez en muchos años se queja del putt. “Si no fuera por lo que me he dejado en los greenes, podría haber acabado más arriba. Está claro que hay que meter más putts para estar arriba”. Ni una mención al driver. Se ve cerca.

Metidos en harina no podemos parar. La charla bajo el roble donde espera la prensa toda la semana para hablar con los protagonistas se dispara. Queremos saber más. ¿Dónde está el secreto del juego corto de Olazábal? ¿Por qué es uno de los mejores del mundo? “Es excelente, no sólo por la calidad, sino por la cantidad de veces que lo hace bien. No hay descenso de nivel. Hablan de Seve, Piñero o Gary Player, pero de los que yo he visto en directo, Olazábal es el Número Uno alrededor de green, igual o mejor que cualquiera del top ten mundial actual”, asegura Iguarán.

Olazábal tiene un toque especial, lo hace diferente y tratamos de entenderlo. “Casi nadie aprocha como él. Nunca abre la cara del palo, y cuando digo nunca me refiero a que a lo mejor durante el último año lo ha hecho cinco veces. Vijay Singh (compañero de partida el domingo), por ejemplo, lo ha hecho tres veces sólo en la vuelta de hoy. Olazábal aprovecha el loft que le da el palo y si necesita darle altura sólo coloca la bola más cerca del pie de salida, nada más”, explica con una claridad meridiana. La siguiente pregunta es saber qué consigue Chema con esta técnica tan suya, tan personal y casi intransferible, que por ejemplo estuvo enseñando a Nicolas Colsaerts durante más de dos horas el año pasado en Portugal. “Reduce al máximo el margen de error. Ese es el éxito”, apunta.

La próxima cita de José María Olazábal será el Open de España y hay que frotarse las manos con la versión del vasco que allí nos encontraremos. De algo no hay duda, en el mes que resta para la cita en el PGA de Catalunya, pasará horas y horas en el campo de prácticas tratando hacer suyo ese rebelde draw que lo dejó con la boca abierta en el 13 y en el 14 de Augusta.