Me quedo de piedra con el 66 de Miguel Ángel Jiménez. Lo miro varias veces en la pizarra, chequeo lo que he visto en el campo y no encuentro una explicación. Pero si no hay seis oportunidades de birdie en Augusta, cómo ha podido hacer ese resultado.
No hay palabras ya para hablar de Jiménez. No se le puede decir nada que no se sepa. Se crece en los grandes escenarios y creo que no ha habido en la historia, no ya del golf, sino del deporte, nadie que haya evolucionado tan bien con la edad. Es un ejemplo y se merece ganar un Grande, y si no lo logra él, que lo haga Westwood, que también se lo merece y se ha metido arriba.
Menudo domingo nos espera. Hay más de diez jugadores peleando por la victoria y bajo unas condiciones tremendas. No sé qué va a hacer mañana Augusta, pero creo que han dado ya una vuelta de tuerca a los greenes, estaban aún más duros, de locos. A 30 metros de bandera nadie te podía garantizar que no hicieras tres o cuatro golpes, fácil. Desde la tele creo que no se apreciará, pero es una barbaridad, están marrones, casi injugables.
Gonzalo ha jugado muy bien hoy. Ha sido el mejor de los tres días de tee a green, pero le ha faltado quizás ese punto de inspiración, esos putts de seis o siete metros que embocó ayer y que hoy no han caído. Lo más importante ha sido la actitud, me encanta cómo le he visto. Lo normal cuando haces dos bogeys en dos pares cinco y vas enlazando pares sin hacer birdies es que acabes bajando los brazos, en cierto modo como ha hecho Oosthuizen, que jugaba con él y al que tampoco le iba saliendo nada. Sin embargo, Gonzalo se ha mantenido, no se ha dejado llevar y ha logrado un gran birdie en el 18 como recompensa.
* Carlos de Corral es director deportivo de la Federación de Golf de Madrid
