Jordan Spieth no se ha dejado regalar demasiado el oído con el récord histórico de 130 golpes que acaba de establecer en las dos primeras rondas del Masters. «Está muy bien comenzar así, pero si algo debo tener claro es que esto sólo es la mitad del camino. De nada me valdrá haber dado menos golpes que nadie en la historia en las dos primeras rondas si después no consigo la victoria».
El joven norteamericano de 21 años sigue asombrando a propios y a extraños por su madurez. Minutos después de acabar su segunda ronda (un solo bogey en 36 hoyos), ya tenía muy claro el plan general a seguir: «ahora mismo no necesito estar concentrado en nadie en concreto, en ningún nombre ni en mirar ninguna clasificación. Debo entender que lo que queda por recorrer va a ser duro y que tengo que intentar concentrarme en mantener mi juego«.
Cada vez son más los que creen que la maravillosa aventura del texano tendrá final feliz esta semana. Sergio García, por ejemplo, va aún más allá: «tal y como está pegando a la bola, tal y como está pateando y jugando, me cuesta mucho creer que no vaya a hacer dos o tres menos cada día. Yo creo que puede irse hasta -20«, señalaba.
José María Olazábal, perro viejo, prefiere esperar, aunque le dedica algunos adjetivos de peso. «Lo que está haciendo es extraordinario. Spieth lo tiene todo. Quizá no sea espectacular en nada en concreto, pero es buenísimo en todo. Pero hay que esperar porque aquí te pilla el toro en cualquier momento«.
