Olazábal nunca baja la guardia, mucho menos ahora. Ni en sus mejores tiempos, cuando encadenaba en el Masters puestos en el top-ten y en el top-15, si no ganaba, reconoció jamás abiertamente en los días previos que llegaba a tope y con la sana intención de llevarse el torneo.
(Recordemos: fue 8º en 1989, 13º en 1990, 2º en 1991, 7º en 1993, 1º en 1994, 14º en 1995, 12º en 1997, 12º en 1998, 1º en 1999, 15º en 2001, 4º en 2002, 8º en 2003 y 3º en 2006).
Cada cual la lleva como mejor la entiende y a Chema siempre le fue bien así. Por eso, tampoco a día de hoy se va a confiar lo más mínimo ni va a hacer concesiones a la galería. «Un resultado como el de Marruecos siempre se agradece», señala con cautela bajo el gran roble de la casa club del Augusta National, refiriéndose a su notable actuación en el Hassan II hace un par de semanas, donde conseguía su primer top ten en dos años, exhibiendo por momentos toda la excelencia de su mejor versión en un campo complicado y puñetero, el Golf du Palais Royal de Agadir, que te hace pagar muy caros los errores.
«El objetivo es pasar el corte», señala también lacónico refiriéndose a este Masters. De ahí no lo vas a sacar. Sin embargo, tiene un brillo en la mirada que hay que saber interpretar. En Marruecos se vieron muy buenos hierros, un día y otro, con la firma a fuego de Olazábal, probablemente uno de los mejores pegadores de hierros largos de la historia. La cuestión es: ¿mantiene esta semana alguna de esas sensaciones? Y la respuesta es que sí.
Hay más. Parece que está recuperando la puntería y la distancia después de trabajar a fondo en la idea que le subrayó el gurú Butch Harmon en su último encuentro, a finales de 2014. Chema siempre ha mostrado un swing centelleante (sus famosos latigazos), y Harmon, sin tocar la esencia, está tratando de que tenga un poquito más de ritmo. Aunque sólo sea un poquito. Y en Agadir, algunos de sus compañeros lo vieron claro en el campo de prácticas: José Mari le estaba pegando a la bola con un ritmo envidiable.
Sería absurdo, por otra parte, colocar a Olazábal esta semana entre los favoritos. Pero el vasco, que ya pasó el corte en 2013 y 2014, puede ofrecer momentos de gran golf y dar más guerra. El Augusta National siempre hace un guiño a alguno de sus ilustres veteranos…
