José María Olazábal ha sufrido un enorme castigo en la primera ronda del Masters. Vuelta de 79 golpes, a pesar de comenzar embocando un espectacular canuto de más de diez metros en el hoyo 1. Pero el drive no le iba a dar tregua en toda la vuelta.
«He recibido el castigo que merecía por mi mal juego. No tengo nada que objetar al resultado. Es que he fallado todos los drives y si encima no metes los putts…», señalaba.
El jugador vasco asegura que esta tarjeta es el reflejo de cómo está jugando, aunque además se ha llevado alguna desagradable sorpresa. «Estoy teniendo muchos problemas con el drive, pero lo que no me esperaba era lo de fallar tantos putts. Si no metes ninguno de esos putts de 1,75 metros que tienes para salvar el par, mal vas. La verdad es que no saco nada positivo de la vuelta».
Como es lógico, no estaba para concederse a sí mismo alguna esperanza de remontar mañana el vuelo y tratar de pasar el corte. «Iré a trabajar después un poco al campo de prácticas, pero por el mismo precio me podría ir a descansar», sentenciaba.
