Bryson DeChambeau se está ganando a pulso el apelativo de genio y figura. Nunca deja indiferente a nadie, habla con voz propia y, además, tiene un curioso sentido del humor. Todo esto lo demostró ayer ante los medios en una larga y muy interesante comparecencia.
DeChambeau es mucho más que un jugador más o menos histriónico o revolucionario que un buen día decidió cortar sus palos a la misma altura para pegar todos los golpes con una postura idéntica. Además de ser un estudioso de la técnica y la biomecánica, lógico en una persona que estudia Física, el joven amateur norteamericano es un apasionado de la historia del golf y rinde pleitesía a Bobby Jones. «He intentado aprender todo lo posible sobre Mr. Jones, tanto que probablemente he olvidado muchas más cosas de las que ahora mismo recuerdo. Su espíritu sigue aquí en Augusta y para mí es un honor no sólo jugar su torneo, sino hacerlo como amateur, como lo que él era. Es imposible agradecerle en su justa medida todo lo que hizo en este club y lo que hizo por el golf», asegura.
DeChambeau, clasificado para el Masters como ganador del US Open Amateur, no ha venido a Augusta de paseo. Es concienzudo en todo lo que hace y también lo ha sido para preparar el Masters. El joven admitía ayer que ha jugado diez vueltas en Augusta antes de viajar esta semana. Y la primera fue en diciembre. Sirva como ejemplo de cómo trabaja este chico. ¿Significa esto que vive por y para el golf? Pues no crean…
Preguntado por la revelación de Jason Day días atrás, cuando explicó que hace unos años, antes de un Masters de Augusta, estuvo a punto de dejar el golf, DeChambeau señaló que «yo estuve también a punto de volverme loco hace un par de años, pero me di cuenta a tiempo de que el golf no es lo único que hay en la vida», explicó. Su confesión no pasó desapercibida y el periodismo se lanzó al ataque… sin suerte. ¿Qué ocurrió? «Es una historia muy larga«. ¿Nos haces un breve resumen? «Es imposible, necesitaríamos dos ruedas de prensa para contarlo bien». Y ahí se acabó. Personalidad.
DeChambeau considera que el golf debe ser una mezcla perfecta entre arte y ciencia. Él lo lleva a rajatabla. Que es un científico está plenamente demostrado. Pero ayer también puso de manifiesto que tiene mucho arte. Ha renombrado a sus hierros y wedges para esta semana. ¿Cómo? Vean:
«El 60 grados está claro… ¿Quién ganó el Masters de 1960? Pues él, el Rey, así lo llamo», en referencia a Arnold Palmer. Y continúa:
«El 55 grados se llama Mr. Ward, en referencia a Harvey Ward, el mejor amateur del Masters en 1955».
«Al 50 grados le he puesto Jimmy, por Jimmy Demaret, que ganó aquí en 1950. Es divertido pedirle a mi caddie: «pásame a Jimmy».
«El 46 grados es Herman Keiser, ganador en 1946»
«El hierro 9 es Jackie porque tiene 42 grados», en referencia a Jackie Robinson, mítico jugador de béisbol que jugaba con el 42 a la espalda.
«El hierro 8, 38 grados, lo llamo la bola 8».
«El hierro 7 lo llamo Tin Cup. Tiene 34 grados, la suma de 3 y 4 da siete y era el palo favorito de Tim Cup».
«El hierro 6 se llama Juniper, el nombre del hoyo 6 de Augusta».
«El hierro 5 es Azalea, por mi par 5 favorito en este campo»
«Y por último tenemos a Gamma, el hierro 3, la tercera letra del alfabeto griego».
De momento, no le ha puesto nombre a las maderas, pero no lo descarta. ¿Es o no es genio y figura?
