– Jason Day (PAR) venía como un halcón en picado, cinco menos por los primeros nueve del Augusta National. Conociendo el paño y a pesar de las complicaciones del día, nos dio por pensar si no sería este el día histórico en el que un jugador consiguiese bajar al fin de 63 golpes en una ronda de un major…
Es posible que el australiano le perdiera el respeto al Augusta National. Si fue así, craso error. Un bogey inesperado en el 15 después de un tripateo fue el inicio del derrumbe. Este campo tiene eso: por momentos te acaricia, te lleva de paseo y, metido en una burbuja, hasta los putts más delicados parecen tener resolución. Sin embargo, en cuanto dejas de prestarle la atención debida, la diva se revuelve y te abofetea. Es entonces cuando, desorientado, cada peta en un green se asemeja al Himalaya. Cada putt de medio metro es un suplicio; cada soplo del viento provoca más y más incertidumbre.
– Hay que esforzarse todavía un poco más en poner en valor el 66 de Jordan Spieth en la primera jornada del Masters de Augusta. Y de paso, el 69 de Sergio García y hasta el 74 de Rafa Cabrera. Para ello, nada como irse al fondo de la clasificación, justo donde descansa dolorido un grupo de cinco jugadores que ha firmado tarjetas de 80 golpes y cuyos nombres quitan el hipo: Rickie Fowler, Ernie Els, Andy Sullivan, Vijay Singh y Ryan Moore. Si no has visto nada y te dicen que todos ellos andan en el top-ten te lo crees a pies juntillas.
– Adam Scott (+4), Charl Schwartzel (+4) y Bubba Watson (+3) son tres ganadores recientes del torneo que el viernes van a tener que sudar el corte. Esta primera jornada ventosa nos ha dejado sólo veinte jugadores por debajo del par, una situación nada habitual por estos lares después de 18 hoyos; y eso que los greenes estaban receptivos gracias a la lluvia de la noche anterior…
– Sorpresa muy relativa: ver a Danny Lee (-4) ahí arriba. Tiene clase para aburrir. No sorprende nada encontrarse en el top ten con Paul Casey (-3), Ian Poulter (-3) o Shane Lowry (-3). Ni siquiera con Soren Kjeldsen (-3), gran jugador en condiciones ventosas, igual que los británicos. Los norteamericanos no han salido bien parados, excepción hecha de Spieth. Sólo Piercy (-2) y Horschel (-2) lo acompañan en el top ten. No deja de ser sólo un dato anecdótico.
– ¿Y Bernhard Langer (PAR)? Es una máquina, a sus 58 años. A este hombre le da igual: tiene plan A, B, C y D en este recorrido y en cualquier otro. Tom Watson (+2) no se queda atrás con unos cuantos años más a sus espaldas. Sería emocionante que en su última aparición competitiva en el Masters jugara las cuatro rondas.
– Las previsiones meteorológicas, a pesar de las fatigas que han pasado muchos, se han pasado tres pueblos. Se esperaba aún más viento y hasta algo de agua.
– El balance de la primera vuelta del Masters 2016 es, de cualquier manera, apasionante. El contraste bestial de nombres y resultados en cada tramo de la clasificación no hace sino agrandar la leyenda en su 80ª edición. Por no poder, ni siquiera puede asegurarse que el resultado actual del líder, seis menos, no termine siendo el registro ganador el domingo. Sólo haría falta que el viento no decayese, que incluso fuese a más, y que los greenes se pusieran más firmes.
