Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2017 Hay alguien que se lo pasa bien moviendo los hilos…
El viernes 7 de abril se cumplen 40 años desde que Seve jugó su primera ronda de competición en el Augusta National junto a Nicklaus

Hay alguien que se lo pasa bien moviendo los hilos…

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De nuevo, Seve. Seve en cada vuelta de la esquina. Es el afortunado sino del golf español, por los siglos de los siglos. El día que no lo recordemos, algo estará fallando. Pero es que además la encrucijada que se ha creado este año en el Masters es realmente sorprendente. Por un lado, como ya sabemos, este domingo el genio de Pedreña habría cumplido 60 años. Una cifra redonda y de empaque que bien podría celebrarse con la quinta chaqueta verde para el golf español…

No es el único aniversario que toca celebrar. Este mismo viernes se cumplen cuarenta años de la primera ronda de competición de Severiano en el coloso de Augusta, dos días antes de cumplir los veinte. Ocurrió, en efecto, un 7 de abril de 1977. Su primer Masters. El primer eslabón de una cadena legendaria.

Clifford Roberts, el viejo sabueso y hasta entonces único presidente en la historia del Augusta National, anduvo inspirado, emparejando el jueves a la jovencísima y radiante estrella europea con el gran Jack Nicklaus. Aquel Masters sería el último de Roberts, que no llegó a ver nunca a Seve con la chaqueta verde puesta, pero que algo intuyó…

Pongámonos un poco más en situación. Seve, aunque ya llegaba como número 1 del Viejo Continente, aún no había ganado ningún ‘major’, si bien había estado muy cerca de hacerlo en el British del año anterior. Y Nicklaus, con 37 años cumplidos en aquel momento, había ganado ya 14 de sus 18 grandes (los dos últimos, el Masters y el British de 1975) y en este mismo Masters en el que dio la alternativa al cántabro terminaría en segunda posición, para a continuación encadenar otros tres top-ten más en los restantes ‘majors’ de la temporada (10º en el US Open, 2º en el British y 3º en el PGA). Jack no era, por tanto, un veterano pasado de rosca, sino más bien un monstruo en apogeo que todavía habría de cantar cuatro veces victoria y sumar seis segundos puestos más en los grandes. De esta guisa salieron a jugar el jueves 7 de abril de 1977 por el tee del 1 del Augusta National…

Aquel primer hoyo lo cuenta como nadie el propio Seve, así, en tiempo presente y en primera persona, si echamos mano de su ‘Autobiografía’. «Supongo que pensaron que era una buena idea emparejar al chico español con el mejor jugador del mundo. Como podrán imaginar, el hecho de jugar con Jack Nicklaus me motivó muchísimo y en el hoyo 1 arranqué pegando un gran drive. El segundo golpe ya no fue tan bueno, pues ataqué la bandera, que estaba al fondo del green y lo voleé. Me quedó un chip casi imposible para dejar la bola cerca de la bandera, pero, a pesar de esta dificultad, la metí para birdie».

¿Es o no es alucinante? Puro Seve. Pasaría el corte con apuros (triple bogey el viernes en el hoyo 18), para finalizar 33º. Y tres años más tarde se enfundaría su primera chaqueta.

No deja de ser una caricia del destino, un guiño, que Seve debutara junto a Nicklaus un 7 de abril y Jon Rahm lo haga un 6 del mismo mes, cuarenta años después, junto a Rory McIlroy. Algo bueno habría hecho Seve para estar ahí, junto a quien estaba, en aquel dichoso momento de su debut en el Masters. Algo bueno habrá hecho Jon también. La historia del golf ya ha reconocido al de Pedreña como un genio. La del joven de Barrika aún está por escribirse.