La presencia de Jason Day en el Masters es una de las grandes noticias de la semana en Augusta por dos motivos. Primero, porque significa que la evolución clínica de su madre, tras ser intervenida quirúrgicamente hace dos semanas, va por buen camino. Y segundo, porque el primer Grande de la temporada no sería lo mismo sin él, uno de los mejores jugadores del mundo.
El australiano, mucho más relajado tras recibir noticias positivas sobre la salud de su madre, ha ofrecido hoy algunos detalles interesantes en la sala de prensa del Augusta National Golf Club: «Como todo el mundo sabe, mi madre fue sometida a una cirugía en su pulmón izquierdo y afortunadamente no tendrá que someterse a sesiones de quimioterapia. Debemos ser cautelosos porque los dos o tres primeros años después de una intervención así son muy importantes».
«Estaba en el límite entre tener que recibir quimioterapia o no. Le quitaron 3,5 centímetros del pulmón, y de ahí en adelante, es cuando se realizan ese tipo de tratamientos. Ella estaba en la frontera, así que hemos tenido mucha suerte. Estoy muy, muy, muy contento y muy feliz con cómo han evolucionado las cosas desde principios de año. Y me siento un poco más liberado, mi mente ya no piensa tanto en la situación por la que estaba pasando mi madre. Para poder tener éxito era fundamental llegar aquí con mi mente libre de ese tipo de pensamientos», ha explicado el exnúmero uno del mundo.
Cuestionado por la emoción que sintió al ganar su primer major, el PGA Championship de Whistling Straits, Day explicó cómo se sentiría si lograra ganar el próximo domingo el Masters: «Creo que puedes multiplicar eso por cien. Estaba muy emocionado cuando gané mi primer Grande porque sabía lo difícil que era vencer en esas circunstancias a Jordan, que era el jugador del momento, y a rivales como Rose y Grace, fue una semana especial, pero…».
«Ya sabes, este torneo… Yo juego al golf por dos motivos: Tiger Woods y el Masters del Augusta National. Esta es mi semana favorita del año. Lo es, sin más. Ser capaz de ganar esta semana sería algo fantástico. Con todas las emociones de la semana, ojalá pueda incluso tener a mi madre aquí, que nunca ha estado. Espero que esté lo suficientemente sana para volar. Me emociona poder ganar aquí y lograr una de las metas de mi vida. Pero estamos a martes, el domingo queda lejos…».
