Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2017 «Si pensara que no puedo ganar el Masters no estaría aquí»
Jon Rahm se mantiene fiel a su discurso ambicioso nada más aterrizar en Augusta

«Si pensara que no puedo ganar el Masters no estaría aquí»

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Jon Rahm, convertido ya en una de las estrellas emergentes del PGA Tour, ha comparecido esta tarde en la sala de prensa del Augusta National para hacer una primera valoración de la que, a partir del jueves, será su primera participación en el Masters. El de Barrika ya conoce el campo, que pudo jugar gracias a la invitación de un miembro del club pocos días después del WGC de México, pero no puede ocultar su emoción por vivir esta gran experiencia en su meteórica carrera.

¿Qué siente ante su primer Masters de Augusta? «Para un español, es difícil explicar todos los sentimientos que se vienen a la mente jugando en Augusta. El año en que nací, Olazábal ganó su primer Masters. Seve ya había ganado dos. Es un lugar que parece adaptarse al estilo de juego de los españoles. Me honra estar aquí, no hay muchos lugares en el mundo donde el golf se respete tanto como en Augusta».

¿Qué recuerda de esa primera visita a Augusta? «Recuerdo esa primera visita después de México como dos de los mejores días de mi vida. De hecho estoy seguro de que estaría jugando ahora si el tiempo nos hubiera dejado practicar un poco más. Aunque sólo fuera para entrenar en los greenes de prácticas. Sinceramente, es increíble caminar por Magnolia Lane y sentir el respeto que hay aquí hacia el golf».

Fuzzy Zoeller fue uno de los tres debutantes que logró ganar el Masters, en 1979. ¿Piensa que usted podría conseguirlo? «Si pensara que no puedo ganar no estaría aquí. Torrey Pines también es un lugar donde no suelen ganar los debutantes y pude hacerlo. Obviamente, esto es diferente. Es un major y mi primer vez en Augusta, algo que impresiona. Pero saldré pensando que puedo ganar, compitiendo para ganar, podría hacerlo. Tal vez no lo consiga, pero así es como soy yo. Así lo hice en Torrey Pines, así juego».

¿Le ha dado algún consejo Olazábal sobre cómo jugar en este campo? «No he hablado mucho con él, espero que juguemos juntos el miércoles por la mañana. Obviamente, no hay muchos jugadores que sepan más sobre este lugar que él. Espero que podamos compartir algún tiempo y pueda charlar con él. Seguro que me dará información muy valiosa en todos los hoyos».

¿Será capaz de manejar sus emociones en un momento tan especial como su primer Masters? «Bueno, estaré muy emocionado… Sé que la salida será algo realmente especial, no sé cómo irá. Pero trataré de controlarlo. Espero que el ¡oh, Dios mío, estoy jugando el Masters! sea lo más corto posible. Sé que ocurrirá, y puede llevarme uno o dos hoyos, pero confío en que se vaya pronto. No quiero llegar al hoyo 12 con tres sobre el par. Ya me pasó una vez, en el US Open, en Oakmont, donde antes de que me diera cuenta ya estaba siete golpes sobre el par».

¿Se siente más tranquilo que antes de Oakmont y el British Open? «Sí, sí, sin duda. En Oakmont cometí algunos errores, pensé demasiado en el campo en vez de dedicarme a jugar al golf. No quiero llegar al tee del uno y empezar a pensar si hay que ir corto a la izquierda, si no puede ser un golpe largo, o cosas así. En eso pensaba en Oakmont, en lo que tenía o no tenía que hacer, algo que normalmente no hago. Intentaré que no ocurra».

¿Cómo se aprende un campo con tantas particularidades como el Augusta National? «Hay muchos vídeos sobre este campo, aunque es verdad que cada año las condiciones son diferentes. La climatología dirá qué pasa, pero me hago una idea. Antes de salir a jugar tengo más o menos clara qué estrategia usar. No sabré qué será hasta que llegue el momento, vea cómo está el campo, cómo de rápidos o firmes son los greenes, porque eso lo cambia todo… Si el campo está suave, trato de ser más agresivo. Si está firme, más conservador. Todo depende de los primeros hoyos del jueves, aunque ya me hago una idea. Intentaré aprender lo más rápido posible».

Seve Ballesteros celebraría este domingo su 60 cumpleaños. Cuando ganó su primer Masters, en 1980, lo hizo con un caddie local. ¿Está aprovechando en estos días el conocimiento del campo de los caddies locales? «Sí, si puedo sí. Cuando llegué hace un par de semanas me recomendaron un caddie que conocía los greenes de Augusta mejor que nadie y me dio un montón de buenos consejos. Obviamente, ese día eran más lentos de lo que serán en el torneo. Pero bueno, trataré de aprender todo lo posible. Pero como he dicho, soy un tipo de jugador que si tiene demasiada información, no sé qué hacer con ella. Así que intentaré mantener mi rutina habitual y dejar que el juego salga por sí mismo en lugar de forzarlo».

¿Y qué piensa usted cuando mencionan el nombre de Seve? «Bueno, Seve… él ha sido mi última referencia, un ídolo. Trato de emular muchas de las cosas que hizo. El nombre de Seve Ballesteros es muy importante para mí. Sabiendo que el domingo es un día especial, pensaré que está ahí fuera, como en Medinah, ayudándome a conseguir la Chaqueta Verde. Sé que estará ahí fuera toda la semana, pero ojalá el domingo pueda hacerme ese regalo».

¿Puede describir cómo se sintió cuando recibió la tarjeta de invitación para su primer Masters? «Pues la verdad es que todavía no la tengo (risas). No he pasado por casa desde hace tiempo, así que no la he visto. Podría estar en el buzón ahora mismo, no lo sé, no puedo responder. Aún no la tengo físicamente. Recibí la invitación también por correo electrónico, que fue casi igual de emocionante. Tengo intención de enmarcar la invitación y colgarla en casa, eso seguro. Cuando la tenga, te contaré cómo fue la experiencia».

La semana pasada comentó que está intentando descubrir qué agenda le funciona mejor. ¿Cree que jugar en Houston fue lo ideal para preparar el Masters? «Sí, hay un par de razones por las que decidí jugar la semana pasada. Son torneos parecidos porque se espera lluvia, como tuvimos en Houston. Aunque el motivo principal fue que no quería estar en casa entrenándome, pensando todo el día en esto y con ansiedad de estar aquí. Me conozco, seguramente habría intentado venir pronto y pasar muchos días aquí. Y esa precipitación se habría instalado en mi cabeza complicándome desde el primer día. Así que quería seguir jugando».