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El plan de Jon Rahm

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Jon Rahm, durante su ronda de prácticas en el Masters.
Jon Rahm, durante su ronda de prácticas en el Masters.

El domingo 9 de abril de 2017 Jon Rahm comenzó a elaborar un plan en su cabeza. Un minuto después de firmar su tarjeta el cuarto día en Augusta, y aún extenuado por el cansancio, empezó la preparación del Masters de este año. Analizó todo lo que había pasado aquella semana, se sentó con su equipo, sacaron conclusiones y pusieron medidas.

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La hoja de ruta tenía dos objetivos fundamentales: había que llegar con los niveles de energía más altos y sabiendo todo lo posible sobre el campo. Ya se sabe que Augusta no se lo pone fácil a los novatos y que los casos de jugadores que llegaron y besaron el santo son la excepción.

Rahm asegura que le pega más largo que el año pasado tras el trabajo físico específico que ha realizado

Para lo primero dio la voz cantante a los expertos. Lo dejó en manos de los preparadores físicos y los nutricionistas. Para lo segundo se pegó a los que más saben. Charlas y charlas y vueltas de prácticas con Mickelson, Olazábal y compañía. Es el plan de Jon y el objetivo final, la obsesión casi, es llegar a los nueve hoyos del domingo con opciones de ganar. Por supuesto porque supondría tener la oportunidad de estrenarse en los grandes, pero sobre todo por coger experiencia, saber lo que se siente, ponerse a prueba y seguir creciendo como jugador.

El plan de Jon en la parcela física ha tenido acciones muy concretas. Por ejemplo, lleva tiempo trabajando de manera específica los músculos que influyen directamente en el movimiento de la cadera, sobre todo los abdominales y los glúteos. Ha ganado fuerza en esta zona y, en consecuencia, distancia. “Le pego más largo que el año pasado. Esto no significa que siempre vaya a ir más largo, pero sí sé que si necesito un poco más, tengo un extra”, afirmaba hoy.

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La otra medida concreta que ha llevado a cabo es llegar más descansado. Ha jugado sólo dos de las últimas siete semanas y aterrizó en Augusta el pasado martes. Jon sintió que el año pasado llegó con el depósito en reserva y no estaba dispuesto que repetir la historia. “En los tres últimos hoyos de cada día firmé un parcial de +8 el año pasado, lo que significa que en el resto del campo jugué bien. El domingo pensaba que no podía subir la cuesta del 18 de lo cansado que estaba”, explica. Este año el nivel de energía está al máximo.

Ha jugado mucho en Augusta en los últimos días y ha escuchado todo lo que ha podido a Mickelson y Olazábal para saber lo máximo posible del campo

Además, aterrizó en Augusta el pasado martes. La idea era volverse a Arizona el miércoles, pero esa pieza chirriaba en el plan. Así se lo dijeron los preparadores. “Me recomendaron que me quedara en la costa Este, ya que no tenía sentido meterse un viaje de vuelta a Arizona el jueves para volver el sábado y con tres horas de diferencia horaria. Así que llamé a mi amigo Wesley Bryan y le pregunté si me podía quedar en su casa. Ha estado muy bien”, afirma.

«Si hay, por ejemplo, 5.000 maneras de jugar un campo, Augusta se pueden jugar de 50.000 formas diferentes»

Para la otra pata del plan había que pisar mucho Augusta y, sobre todo, escuchar a los que saben. Ha jugado bastante en los últimos días, se ha empapado bien del Masters, de los recovecos, los rebotes, las cuestas, las caídas y ha hablado largo y tendido con Mickelson, Olazábal y el caddie de Wesley Bryan, William Lanier, local en estos pagos. “Phil me ha dicho que hay muchas maneras de jugar y ganar en Augusta, lo importante es encontrar la que mejor se adapte a ti esa semana. Si hay, por ejemplo, 5.000 maneras de jugar un campo, Augusta se pueden jugar de 50.000 formas diferentes. Lo único que es básico es tener bien fino el juego corto y echarle mucha imaginación. Hay que ser creativo para ganar aquí”, explica.

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El plan se ha cumplido a rajatabla y ahora sólo queda confiar en jugar bien y que todas las piezas encajen, que no es fácil. “Son muy pocos los jugadores que han llegado el segundo año y han ganado. Que yo recuerde Jordan Spieth y Tiger Woods, que ganó en su primera presencia aquí como profesional. Lo normal es tardar más años en poder desarrollar tu mejor juego en Augusta. Mi objetivo es llegar a los últimos nueve hoyos con opciones y aprender”, explica. Ahora sólo queda, como diría el clásico Anibal Smith en el Equipo A, “que los planes salgan bien”.