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Las curiosas cifras de la manicura de Augusta

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Operarios de Augusta trabajan poniendo a punto cada brizna de hierba en Augusta. © Masters
Operarios de Augusta trabajan poniendo a punto cada brizna de hierba en Augusta. © Masters

No hay en todo el año una preparación de campo más exquisita que la de Augusta National. No es para menos. El campo permanece cerrado durante seis meses pensando única y exclusivamente en que cada brizna de hierba esté en el lugar correcto.

La manicura de Augusta es milimétrica, hasta el punto de que en ocasiones bordea lo obsesivo. Nada puede deslucir el espectáculo. Cuenta con medios ingentes para moldear la naturaleza a su antojo, incluso sin necesidad de estar supeditado al tiempo que haga las semanas y meses previos al Masters. Nada se sale del guión de perfección y para ello hay un ejército de empleados.

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Una buena muestra de hasta dónde llega la precisión de este trabajo es conocer a cuánto está cortada la hierba en Augusta en calles, tees, rough o greenes. Hablamos obviamente de milímetros y las cifras, cuanto menos, son curiosas. Os contamos cómo están a estas alturas de semana:

Calles: 9,25 milímetros

Primer corte de rough: 19,25 milímetros

Tees: 7,93375 milímetros

Collarín: 6,35 milímetros

Greenes: 3,175 milímetros

Hay que decir que, aunque sea Augusta, tampoco es algo tan diferente a lo que sucede en otros campos, nos referimos, obvio, a la altura de corte, no a las condiciones de presentación. Por ejemplo, comparamos estas cifras con el DLF Golf and Country Club de Nueva Dehli, que acogió el último Hero Indian Open del European Tour, otro campo que cuenta con unas condiciones de mantenimiento excepcionales y cuyo dueño presume de tener prácticamente su particular Augusta National. Las calles también estaban cortadas a nueve milímetros, igual que los collarines, mientras que el primer corte de rough estaba más alto, 25 milímetros, y los greenes más bajos, a 2,6, y a una velocidad de 11,5.

Operarios de Augusta trabajan poniendo a punto cada brizna de hierba en Augusta. © Masters
Operarios de Augusta trabajan poniendo a punto cada brizna de hierba en Augusta. © Masters

En el Tshwane Open, por ejemplo, los greenes estaban a tres milímetros, las calles a ocho, los collarines a nueve y el primer corte de rough a 25, mientras que en Omán, otro recorrido con una preparación superlativa, los greenes estaban a dos y doce de velocidad, las calles a ocho, los tees y collarines a cinco y el primer corte de rough a 30.

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Como decimos, las cifras de Augusta son a principios de semana, por lo que no hay que descartar que cuando llegue el jueves se produzca un corte más en los greenes y bajen esos 3,175 milímetros, aunque aquí no hay nada matemático y las alturas dependen del tipo de hierba, el movimiento de los greenes y el viento que se espera. En cualquier caso, unos números curiosos. Quizá, lo más diferente es la altura de los collarines, las famosas escapadas de Augusta que está casi, casi a la misma altura que los greenes.