Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2018 Una historia de cuento que empezó en una charla trivial en febrero

Una historia de cuento que empezó en una charla trivial en febrero

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Sergio García, hoy durante la ronda de prácticas. © Masters
Sergio García, hoy durante la ronda de prácticas. © Masters

La historia es redonda. Ni el más exigente productor de cine se resistiría a un guión así. Un día de febrero del año pasado, Sergio García y Angela Akins, ya comprometidos, mantienen una charla trivial, divertida. Hablan de sus cosas, del futuro, de la vida… y de los niños. De cuántos quieren tener y de cuáles serían los mejores nombres. La conversación era una de tantas entre parejas y, sin embargo, se acabaría convirtiendo en un capítulo clave en sus vidas. Jamás olvidarán lo que allí se dijeron. El tiempo provocó que aquellas palabras quedaran grabadas a fuego.

Todo partió de una idea de Angela. Puestos a buscar nombres, la texana propuso lo siguiente: “¿Y por qué no le ponemos uno que esté relacionado de alguna manera con el primer major que ganes?”, deslizó. Sergio, divertido, recogió el guante y dos meses después ganó el Masters de Augusta. Todo empezó en una charla trivial de febrero.

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¿Y por qué Azalea? “Barajamos varias opciones, como Georgia, Magnolia o Holly, pero finalmente decidimos Azalea porque se deletrea igual en inglés y español y porque es el nombre del hoyo 13, el momento donde todo cambió el domingo del Masters”, explicaba hoy Sergio. Ya saben lo que ocurrió. El golpe de salida del español, que venía de hacer dos bogeys en el 10 y en el 11, pegó contra la copa de los árboles de la izquierda y cayó sobre las azaleas. Tuvo que dropar y acabó salvando un par milagroso que a la postre sería decisivo para ganar el Masters. Azalea, la pequeña, la niña de los García, ya tiene una historia para toda la vida.

“¿Y por qué no le ponemos un nombre que esté relacionado de alguna manera con el primer major que ganes?”, deslizó Angela dos meses antes del Masters

Sergio no oculta que ahora mismo no hay mayor aliciente para él que su hija. El año pasado, durante la semana del Masters, Angela le dejaba notas motivadoras en el espejo del baño. ¿Repetirán fórmula este año? “Fueron increíbles, pero ahora es más fácil. Con que me traiga a la niña y me dé un beso ya es más que suficiente”, señala.

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La otra niña de sus ojos es la Chaqueta Verde. El de Borriol está encantado con ella. No cambia este año por nada del mundo. “Ha sido una sensación increíble, impresionante. Me gustaría hacer un buen torneo esta semana y tener alguna opción el domingo de defender el título con éxito. La sensación de ser campeón del Masters es extraordinaria, el trato de todo el mundo y especialmente en Augusta es fantástico y me gustaría que durara un año más”.

«La sensación de ser campeón del Masters es extraordinaria, el trato de todo el mundo y especialmente en Augusta es fantástico y me gustaría que durara un año más»

Sergio no quiere que acabe la defensa de la corona, se siente a gusto en la Chaqueta y confía en tener la oportunidad de seguir con ella, aunque sabe que no será fácil. Sólo tres jugadores han logrado ganar el Masters dos años consecutivos. ¿La explicación? García la echa al suelo y desmonta cualquier maldición o asunto paranormal. “Es muy sencillo de explicar. Ganar cualquier torneo es muy difícil, mucho más si es un major y todavía más si es el Masters, así que imaginaros ganarlo dos veces… Ya hacerlo dos veces seguidas no os quiero ni contar…”, afirmaba con un sentido común aplastante.

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García asegura que llega en un buen estado de forma y no cree que la defensa del título vaya a jugar en su contra. “La preparación ha sido buena, he hecho tres top ten en los últimos torneos y el juego está bien. Sé que no será fácil. El jueves seguro que estoy nervioso en el tee del 1 porque nunca he jugado como campeón defensor en el Masters y será una sensación nueva, pero pase lo que pase estoy seguro de que será una semana increíble. Además, hay algo que ya no me quita nadie es que siempre podré jugar este torneo hasta no pueda andar”, afirma.

«El jueves seguro que estoy nervioso en el tee del 1 porque nunca he jugado como campeón defensor en el Masters y será una sensación nueva»

Precisamente, en cuanto a los candidatos al triunfo este año, Sergio asegura que es un Masters especial. “No creo que haya habido alguno donde tantos jugadores hayan llegando en un momento de forma tan bueno. Creo que hay ocho o diez golfistas que llegan muy bien y puede pasar cualquier cosa. Va a ser una semana muy bonita”, apunta.

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Entre la preparación específica que ha hecho para el Masters, Sergio desvela que ha preparado con mimo la salida del hoyo 10, a su juicio, el golpe más difícil de Augusta. “Tienes que mover un poco la bola desde el tee, pero no muy rápido porque puedes pegar en los árboles. Lo he estudiado bien y tengo un abanico de opciones para pegar, desde el driver a la madera 5 según el viento y las condiciones del campo”. Tiene un plan.

Sergio admite que el golpe más difícil de Augusta para él es la salida del hoyo 10

La semana también una dosis emotiva para Sergio por otro asunto. Recordará con un lazo verde en su gorra a Rod Chapman, uno de los primeros socios de Augusta que conoció en 1999 y que murió el pasado mes de julio víctima de un aneurisma cerebral. Siempre lo ayudó mucho y se convirtió en un gran amigo de la familia. “Fue una noticia triste, aunque al menos me queda el consuelo de que me vio ganar. Creo que es una de las personas que más se alegró. Aún recuerdo el abrazo enorme que me dio en el green del hoyo 18 y su presencia, a mi derecha, durante la entrega de premios”, señala.

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Por cierto, ¿alguna otra conversación sobre posibles futuros nombres que debamos saber, por aquello, ya saben, de apostar? “No, aquello fue un trato de una sola vez, para el primer nacimiento y nada más…”, comenta entre risas el campeón.