Son muy buenos. Son los mejores. Y cuando entran en modo zen es mejor apartarse de su camino. Las dos últimas horas de golf de la primera jornada del Masters han sido un espectáculo mayúsculo. Aunque el viento no ha soplado tan picante como se esperaba, ha estado muy presente, racheado, incómodo, con las banderas flameando, pero ni por esas Augusta ha podido contener el ataque de las bestias.
Los tres grandes protagonistas del arrebato final han sido Bryson DeChambeau, Brooks Koepka y Phil Mickelson. Casi nada. Oro puro. Talento. Festival de birdies. Agresividad entre ceja y ceja. Entre los tres han hecho 16 birdies en los segundos nueve hoyos y su parcial acumulado ha sido de trece bajo par. Lideran Koepka y DeChambeau con -6, a un golpe está Mickelson y a dos se han situado Ian Poulter y Dustin Johnson. Todos jugaron por la tarde. Todos son grandes nombres. El cuadro, visto desde la distancia, no pinta nada mal.
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Koepka ha entrado en ebullición tras embocar un gran putt de birdie en el hoyo 12. Ahí se ha colocado la capa de súper héroe en los grandes y ha estado a punto de causar un verdadero estropicio en el torneo. Ha sido un tiro sublime tras otro, una bomba tras otra, un delicado approach tras otro. Ha terminado con -6… y gracias. Aún se le escapaban dos muy buenas opciones en el 16 y 18.
DeChambeau ha puesto los fuegos artificiales. Navegaba en aguas tranquilas hasta que, como Koepka, hacía birdie en el 12 tras pegar un tirazo. Desde ahí ha conseguido seis birdies en los últimos siete hoyos, rozando además el hoyo en uno en el 16, la bola se quedó a un dedo del agujero, y el eagle en el 18. Su segundo golpe a 176 metros ha sido extraordinario. Ha tocado el mástil de la bandera y se ha quedado muerta a su vera.
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Curiosamente, Mickelson también destapaba el tarro de las esencias a partir del 12… El arrebato de las bestias empezaba en el corazón del amen corner. Desde luego, no hay un rincón mejor en Augusta para inspirarse. Phil terminaba con cinco birdies en siete hoyos, incluido uno espectacular en el 18 y otro casi hoyo en uno en el 16. Ha sido un momento de éxtasis en el Masters.
Los tres primeros no han estado solos en este epílogo grandioso. Dustin Johnson los ha acompañado de maravilla, con tres birdies más en este tramo. También han brillado Ian Poulter (-4), con la mirada encendida en Ryder, Francesco Molinari (-2) o Jason Day (-2). De los diez primeros clasificados, siete jugaron en los últimos partidos del día, respetando, de momento, la reciente tradición de Augusta que suele encontrar al campeón en los últimos partidos del jueves.
Así vivimos en directo la primera jornada
El top ten del Masters luce bonito, con cuatro jugadores de entre los diez mejores del mundo ahí metidos, entre ellos Jon Rahm (-3). Sólo faltaron para unirse a la fiesta vespertina Justin Rose (+3), Jordan Spieth (+3), Justin Thomas (+1) o un Paul Casey (+9) absolutamente arrasado. Y es que Augusta sigue demandando jugar bien para hincarle el diente… Vamos, que no ha sido un día fácil, simplemente que los buenos se han puesto a jugar muy bien…
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En cuanto a los españoles que han jugado por la tarde, Rafa Cabrera Bello (+1) ha arrancado un buen resultado luchando hasta el final. El canario ha sabido sobreponerse a un terrible triple bogey en el hoyo 10. No era fácil recuperarse de este varapalo, después de mandar la bola a un arbusto, dropar, fallar el tercer golpe y tripatear a menos de dos metros del agujero. Pero Rafa tiene ya mucha experiencia acumulada en los Grandes, ha sabido tragar saliva y armarse de paciencia. El premio ha llegado al final, con dos birdies en el 15 y 16. Mientras, José María Olazábal (+6) sufría el tamaño de Augusta en su estreno con una vuelta de 78 golpes sin birdies.
