Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2019 Rahm se agarra hasta con las pestañas a la gran orgía del...

Rahm se agarra hasta con las pestañas a la gran orgía del golf mundial

Compartir
Jon Rahm. © Golffile | Ken Murray
Jon Rahm. © Golffile | Ken Murray

La zona alta de la clasificación del Masters de Augusta, en todas sus escalas y recodos, se ha convertido en un escaparate deslumbrante, casi sobrecogedor, después de la segunda jornada. Qué nombres. Vaya chorrera de kilates. Los cinco líderes, con -7, son Francesco Molinari, Adam Scott, Jason Day, Brooks Koepka y Louis Oosthuizen. Sin comentarios. Pero es que el top ten del torneo lo completan Dustin Johnson, Tiger Woods, Jon Rahm, Xander Schauffele, Ian Poulter y un invitado de lujo en esta selección mundial llamado Justin Harding, la feliz cenicienta del golf mundial en 2019, a sus 33 años, cuya compostura y juego siguen dejando una huella profunda.

Francesco Molinari, uno de los cinco líderes, durante la segunda ronda en Augusta. © Golffile | Fran Caffrey
Francesco Molinari, uno de los cinco líderes, durante la segunda ronda en Augusta. © Golffile | Fran Caffrey

Así vivimos la segunda ronda del Masters de Augusta en directo

Si repasamos el top 20 de la tabla se unen otros nombres que tampoco desmerecen nada: Fowler, Kuchar, Mickelson, DeChambeau, Thomas, Finau… En este tramo de la clasificación, el de los veinte primeros, encontramos por tanto a ocho top ten mundiales y a once top 15 mundiales. Una concentración inusitada, que raya con el disparate, todos en un margen de apenas cuatro golpes y que dejan preparado, etiquetado y envuelto para regalo un fin de semana de verdadera orgía de golf.

Rafa trata de tú a tú a Molinari y se sostiene ante la avalancha de los pesos pesados

Y ya es puñetera la paradoja, pues en tal abanico de excelencia no se encuentran Justin Rose, el número 1 del mundo, que ha fallado el corte, Rory McIlroy (PAR), el gran favorito, que se ha quedado algo descolgado, aunque todavía lo suficientemente cerca como para que no se proceda a un prematuro enterramiento, ni Sergio García, cuyo putter le ha sacado de los raíles, aunque luchara hasta el final por pasar el corte. En fin, mucho y rápido va a tener que correr Rory, con semejante cuadra de centelleantes y desbocados corceles por delante.

Sergio no consigue frenar la sangría en los Majors

Jon Rahm se ha ganado una plaza en el centro de este despiporre fabuloso a golpe de raza. Luchando por cada palmo de terreno durante buena parte de la jornada. Atacó con fiereza en los primeros envites de esta segunda ronda: marchaba dos menos en los primeros tres hoyos, dejándose por el camino una gran opción de eagle en el 2.  Y luego, sobre todo a partir del hoyo 7, se defendía con una determinación de guerrero curtido en mil batallas. Su resoplido, profundo y extenso, una vez embocaba el putt de par en el 18 desde algo más de un metro, no podía ser más expresivo y sincero…

Rahm: “Hacer cuatro rondas seguidas por debajo de 70 es una hazaña”

No en vano, era la séptima recuperación que sacaba adelante para rematar con quince pares consecutivos la vuelta, sin bogeys y caminando con garbo por el alambre, aunque dejándose también por el camino dos o tres opciones de birdie. En el 7 salvaba desde cerca de dos metros; en el 8 desde cerca de tres; en el 11 desde unos dos metros; nuevo par en el 14 desde algo más de un metro; en el 15 sacaba adelante una gran recuperación dejándose dado el par con un certero chipecito; otra salvada en el 16 desde casi dos metros… Así, desde esas distancias, regateando las apreturas, se mantiene uno dentro de la pelea. Fajándose y apretando los dientes. Bien pudo haber hecho algún birdie más, es cierto (en el 9, por ejemplo, desaprovechaba una gran oportunidad), pero el hecho de terminar esta ronda de golf sin un solo bogey en el Augusta National también puede calificarse de milagroso, porque sus hierros, sobre todo sus hierros, se han mostrado algo irregulares, o bien no terminaban de dibujar el golpe deseado.

VÍDEO | Penalti y expulsión: un guardia de seguridad ‘caza’ a Tiger… sin querer

Tiger Woods sonríe en el green del 18 tras la segunda jornada del Masters de Augusta. © The Masters

Junto al español, además, y por si no tuviera bastante con lo suyo, el gran ídolo, la leyenda andante, Tiger Woods, iba encendiéndose por momentos, inflamando de paso y a su paso cada brizna de hierba y cada uno de los miles de aficionados presentes, a los que ni siquiera importó nada el parón por tormenta: unos minutos de publicidad y enseguida regresamos con el espectáculo. El gran campeón californiano marchaba imperturbable, haciendo magia cuando tocaba, enchufando puritos (ha embocado ya cinco putts de más de seis metros en los primeros 36 hoyos, más que ningún otro jugador esta semana), con la mirada puesta de depredador y tatuado el ceño de ganador. Y ello sin renunciar a ese talante más humano (siempre hay tiempo para una sonrisa) que lo caracteriza en los últimos tiempos, desde que regresara de los infiernos de la incertidumbre vital y el dolor físico. Es todo un deleite verlo. Como lo es este Masters de los grandes Generales en las trincheras, en primera línea de fuego.

Consulta aquí los resultados en directo

Tee Times de la tercera ronda: Rafa jugará con Langer y Jon con Kizzire