El domingo, el viento subió un par de puntos que dificultaron los golpes largos, pero asistimos a una gran exhibición de golf de Rafa. Jugó con mucha calidad, especialmente en los golpes a green. Sus approach fueron de una precisión de cirujano y su juego en corto fue fantástico.
Los putts además le ayudaron. Corrigió algunas cosas que creía que tenía que cambiar y el resultado salta a la vista. Gran partido el suyo. Logró el segundo mejor resultado del día, un -4, y para Augusta está muy por encima de la media. Un gran partido del que disfrutamos todos mucho.
De su actuación en el Masters, me quedaría con tres mensajes: Rafa le ha ganado al Amen Corner, le ha ganado al campo en la última ronda y le ha ganado al campo en el torneo. Muy bien, se va muy contento, con buenas sensaciones para el torneo posiblemente de esta semana.
BLOGS | Diario de un padre en Augusta
Y mientras, nosotros nos recreamos en dos puntos que quiero destacar: el paso por el Amen Corner, que podría haber sido más brillante, aunque para mi punto de vista ha sido grandioso. Comenzó con un gran putt en el 11 para sacarle un birdie, un golpazo en el 12 que con el putt de dos metros y medio se quedó colgando, no quiso caer en el hoyo, y un tirazo a green en el 13, que le puso en bandeja otra vez el birdie.
Un gran ‘score’ hacer -2 en el paso por el Amen Corner, es para salir contento. Y después en el final del torneo volvió a demostrar que está convencido de que hasta el rabo, todo es toro. Ahí le tuvimos acabando con dos birdies en el 8 y en el 9, que eran su final después de haber salido por la parte de atrás, por el 10.
Rafa, los rugidos de Augusta y un Masters con sabor agridulce
La guinda del torneo fue el chip que ha embocado en el 9 después de una bola que tenía que haberse quedado en la bandera, pero retrocedió y bajó algo por la cuesta. Y desde ahí, la embocó levantando al público, porque es un tipo de golpe que siempre crea emociones y la gente lo valora.
No podía haber terminado el partido y el torneo de una forma más brillante de como lo hizo Rafa. Se va muy contento, pensando ya en los próximos torneos. Y aquí se acaba el Masters. Nos queda felicitar al amigo Jon Rahm porque ha hecho un grandísimo torneo, con un top 10, y como decíamos el sábado que era muy capaz, y estuvo muy, muy cerca de la cabeza.
Ya decíamos que era capaz de eso y de más. Y por supuesto, felicitar y alegrarnos mucho por él de la victoria de Tiger, que ha vuelto a entrar a la élite del golf por la puerta más grande posible, la de Augusta. Nos alegramos por él y por lo que supone para el mundo del golf.
Ahora termina el torneo y me vuelvo a canarias con el objetivo de echarle una mano al Real Club de Golf de Bandama porque se va a poner en marcha bajo su tutela y su dirección el Circuito Juvenil Rafael Cabrera-Bello, para intentar fomentar y ayudar a la cantera canaria.
Empezará como un circuito del club, a nivel local de Gran Canaria, y posteriormente se ampliará a las demás islas para darle toda la relevancia posible. Rafa apoyará de muy diversas maneras este circuito que lleva su nombre y esperamos que se ponga en marcha lo antes posible y con mucha ilusión.
Con esto termino y agradezco sinceramente a Ten-Golf la oportunidad de contar los puntos de vista del padre de un jugador de golf, en este caso de Rafa Cabrera Bello. Y sobre todo a los lectores que han tenido la paciencia de leer estas líneas. Me despido como siempre, con un ¡vamos Rafa! y un ¡vamos Fidel! Un abrazo a todos y nos vemos pronto.
